“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:7-9). Un desmayo es la pérdida temporal de la conciencia. ¿Te desmayaste alguna vez? ¿Conocés a alguna persona que padece de tanto en tanto desmayos? Mi pregunta reiterada es: “¿Qué sientes antes de desmayarte?”. Y la respuesta es generalmente la misma: “Antes se me nubla la vista, o me mareo o me duele mucho algo, y luego viene el desmayo”. Es decir, la gente tiene un previo aviso de que algo anda mal, y luego viene el desvanecimiento. Pensaba en que espiritualmente suele suceder lo mismo. Pablo le habla a la iglesia de Galacia y le aconseja que no se canse, que persevere, que no desmaye. Algunos cristianos no llegan a las metas, sencillamente, porque antes se cansan, desmayan, es decir se pierden temporalmente del propósito de Dios. Pero, quiero decirte dos cosas: primero, que así como antes de un desmayo físico hay un previo aviso, antes de desmayar espiritualmente hay avisos los cuales en ocasiones omitimos. Es tiempo de escuchar al Espíritu Santo, Él siempre nos dará avisos de que algo anda mal. ¡Aprende a escucharlo! Y lo segundo es que, así como lo natural es temporal, lo espiritual también lo será. Recuerda: Dios no te dejará en el piso, Él viene en ayuda de Sus hijos. ¡Él está de tu lado!
- Jeremías 2:1-37 | (Leer)
- Jeremías 3:1-25 | (Leer)
- Gálatas 6:18 | (Leer)
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