“Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba” (Proverbios 31:26-28) Sin ninguna duda este es el tiempo de la mujer, donde ha encontrado igualdades muy importantes para su desarrollo, en cuanto a sus derechos, en el ámbito laboral y profesional. La mujer tiene un potencial increíble para avanzar y desarrollarse. Los cambios culturales también conllevan cambios económicos, y hoy en día mayormente ambos, padre y madre, trabajan. La Palabra de Dios nos declara que hay un tipo de mujer que teme a Dios y la llama virtuosa , es aquella que ha logrado desarrollar aptitudes que hacen que todos den testimonio de ella. No obstante tiene un rol irrenunciable, que es dentro de su hogar. Aquellas que han logrado formar una familia con el privilegio de ser madres tienen un gran desafío: crecer sin descuidar a los suyos. El proverbio declara, además, que sus hijos y su esposo la alaban y la saben reconocer. Desafío de hoy: Si eres un hombre, toma un momento para resaltar las virtudes de tu madre o de tu esposa en este día. Si eres mujer hazte esta pregunta: ¿En este último tiempo he recibido alabanza de mi familia? Si la respuesta es no o muy poca propónte hacer algo diferente, como tener un gesto amable con ellos o tal vez hacer el postre que todos admiran, o lo que hace tiempo te vienen pidiendo. Generarás una respuesta inmediata.
- Job 20:1-29 | (Leer)
- Job 21:1-34 | (Leer)
- Proverbios 31:1-31 | (Leer)
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