“Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos” (Salmo 66:3). Contemplar un paisaje, el cielo o el mar, definitivamente hace que nos asombremos del poder de Dios y le alabemos. ¡Cuán asombrosas son Sus obras! Nuestras alabanzas deberían ser mucho más que una canción o un arreglo musical, deberían provocar que estemos agradecidos en todo y por todo, y por lo tanto, elevar nuestra mejor canción, oración o alabanza a nuestro Señor. En ocasiones los cristianos no saben cómo adorar a Dios, cómo dirigirse a Él o qué más decirle… Entiendo que esas personas se han apagado, han perdido el primer amor. Porque a una persona enamorada le brotan palabras de amor hacia su amado/a. No es necesario recordarle que tiene que decirle cuánto le ama, simplemente le nace del corazón decírselo. ¿Seguimos enamorados como la primera vez? ¿O nuestro amor se apagó? Escúchate al orar. No te conformes con elevar oraciones rutinarias o repetitivas. Que tu canción se renueve cada día. Desafío de hoy: Examina tu corazón y también tus palabras, tu canción. Permítele al Espíritu Santo que te muestre todo lo que Dios hizo, hace y aun hará, y luego dale gracias. Transforma este día, en un día de alabanza al Rey solo expresándole tu amor y gratitud.
- 2 Reyes 17:1-41 | (Leer)
- 2 Reyes 18:1-37 | (Leer)
- Salmos 65:1-13 | (Leer)
- Salmos 66:1-20 | (Leer)
Comentarios