a. La fe de cada día Copy
La fe no es un concepto religioso. La capacidad de creer es la fuerza más poderosa de la humanidad. La capacidad de creer algo y actuar en base a ello ha impulsado desde las acciones más sublimes hasta las atrocidades más oscuras. Toda idea, para bien o para mal, se ha realizado porque alguien creyó que podía y debía realizarse. Cada problema resuelto se ha resuelto porque alguien creyó. Montañas se han movido por medio de la fe; montañas médicas, montañas científicas, montañas financieras.
Las creencias alimentan a la anticipación y a la imaginación. Nos permiten imaginar nuestro futuro y el de los que nos rodean. Por todas estas razones y más, es imposible imaginar una vida sin fe.
Nuestra capacidad de creer puede servirnos como una ventaja o una desventaja. Tenemos una tendencia a buscar la evidencia a favor de nuestras creencias. Es más sencillo percibir esta actitud en otros, pero todos lo hacemos. El problema es: cuando adoptas una creencia falsa o poco útil, tu cerebro filtra y deshecha la información discordante a tu creencia, y por ende causa una resistencia activa a lo verdadero y útil.
Estamos más abiertos a los datos corroborantes de nuestras creencias y nos es más fácil rechazar la información en conflicto con nuestros puntos de vista. ¿Has notado cuán rápidamente te pones a la defensiva cuando se te presenta información que contradice tus creencias? Quizá lo has experimentado durante este estudio. Suele pasarle a la mayoría de las personas.
PREGUNTAS
- ¿De qué manera la capacidad universal de creer es similar o diferente a la fe religiosa?
- ¿De qué manera tu cultura, tu familia y tus amigos han impactado tus creencias?
- ¿Alguna vez has cambiado tus creencias o convicciones? ¿Cómo fue este proceso?