D. ÉL ES EL QUE REDARGUYE AL MUNDO.
“De pecado por cuanto no creen en mí; de justicia por cuanto voy al Padre y no me veréis más; de juicio por cuanto el príncipe del mundo ha sido juzgado” (Jn. 16:9–11). Hemos estudiado esta fase del ministerio del Espíritu Santo en una lección previa. (Vea lección I. “La Obra del Espíritu Santo”, sección A. 2.2”: “El Espíritu trae convicción …”)