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Historia de la Iglesia

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Leccion 9, Tema 1
En Progreso

El cristianismo en Las Islas Británicas

  • El testimonio en Bretaña

Uno de los primeros nombres asociados con el cristianismo en Bretaña es el de Albano, el primer mártir cristiano en Inglaterra. Albano era un romano de Verulamium (la moderna St. Albans), de quien se cuenta que amparó a un sacerdote cristiano durante la persecución bajo Diocleciano, en 304, a pesar de que todavía él no era cristiano. Cuando fue arrestado, confesó su fe cristiana valientemente y después de ser torturado, fue ejecutado. Si bien hay ciertas dudas en cuanto a los detalles de esta historia, hay dos cosas que parecen ser seguras. Primero, que el cristianismo para este tiempo ya estaba firmemente establecido en Bretaña. Había obispos en Londres, York y Lincoln, que concurrieron al Sínodo de Arlés pocos años más tarde, en 314. Segundo, el santuario de Albano, cerca de Londres, se transformó en un lugar de peregrinación (hasta el día de hoy), y llegó a ser tan famoso, que su nombre eclipsó el nombre romano que anteriormente tenía el lugar.

  • El testimonio en Escocia

En Escocia, el nombre que surge al investigar sobre los orígenes del cristianismo en esta región (Galloway) es el de Niniano (c. 360–432), un bretón hijo de un caudillo cristiano. Siendo joven fue a Roma a estudiar, y de allí al monasterio de San Martín de Tours, en Francia. Niniano regresó a Escocia hacia el año 400, y durante algún tiempo vivió en una cueva. Cerca de allí construyó una iglesia dedicada a Martín de Tours y un monasterio que seguía sus métodos misioneros. Los monjes de este monasterio salieron a muchos lugares del país, evangelizando a los bretones en el sur, a los pictos en el norte, a los escoceses en la costa occidental y en Irlanda del Norte.

  • El testimonio en Irlanda

El apóstol de Irlanda es Patricio (c. 389–c. 461), si bien el cristianismo ya había sido predicado en la isla para cuando él llegó. Era un bretón, hijo de un diácono que vivía en la costa occidental de Bretaña. Cuando tenía dieciséis años fue capturado por piratas irlandeses. Después de seis años como esclavo en tierra pagana, logró escapar y regresar a su hogar. Pero no tenía paz, pues soñaba con los irlandeses, en quienes su fe cristiana había comenzado a influir. Así, aceptó esto como un llamado de Dios, y después de una larga preparación regresó a Irlanda, a la tierra de sus captores, como misionero. Desembarcó en Ulster y viajó por todo el país desafiando valientemente al paganismo, ganando a los caudillos y a sus seguidores. Su muerte ocurrió en el 461.

  • El testimonio en las Islas Británicas

El cristianismo de las Islas Británicas durante este período no estaba ligado con el cristianismo latino del Imperio Romano, que empezaba a centrarse en la autoridad del obispo de Roma. Más bien era un cristianismo de origen celta. Este cristianismo celta, imbuido de un fuerte espíritu misionero, se vio de esta manera fortalecido en algunas regiones del noroeste, en un tiempo cuando la ley y el orden romanos estaban en decadencia. De este modo, gracias a la obra de monjes provenientes de las Islas Británicas, se preparó el camino para la evangelización del norte de Europa en el siguiente período.

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