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Cinco Advertencias Del Espíritu Santo Para Andar En Santidad

Cuando hablamos y pensamos en santidad, se puede ver como algo imposible de alcanzar. Las grandes preguntas que surgen son tales como: ¿Qué es ser santo? ¿Soy santo? ¿llegaré a ser santo? ¿Cuándo voy a llegar a ser santo? ¿Por qué debo ser santo? El significado bíblico de la palabra “santo” es “separado, o apartado para". Es estar alejados y separados de todo lo que no agrada a Dios.
Más bien, sean santos en todo lo que hacen, porque Dios, quien los llamó, es santo. 16 Pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo». 1 Pedro 1:15-16 PDT

La santidad de Dios es el estándar que debemos alcanzar y es posible.

Podemos rescatar al menos 5 cosas que nos enseña el Espíritu Santo

1. Nos inquieta

Y cuando él (Espíritu Santo) venga, convencerá al mundo de pecado y de la justicia de Dios y del juicio que viene. Juan 16:8 NTV

Hay sentimientos o situaciones que nos desestabilizan, puede ser un enojo, ira, venganza o lo que sea, y en ese momento “sentimos algo” que nos inquieta, ese es el Espíritu Santo haciendo sonar la alarma, es ahí que debemos estar atentos y escuchar, hacer caso a ese llamado de atención porque nos esta previniendo del peligro.
Si no hacemos caso a esa alarma no creceremos en la santidad. Si queremos escuchar la voz de Dios; debemos empezar con escuchar estas señales, porque esa advertencia que nos esta inquietando nos quita del lugar de peligro que nos puede alejar de Dios.
Cuando Dios nos pide santidad, nos anima a que decidamos cada día a seguir subiendo y creciendo en ella.

2. Nos enseña la diferencia entre la verdad y la mentira

Cuando venga el Espíritu Santo, él les dirá lo que es la verdad y los guiará, para que siempre vivan en la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que oiga de Dios el Padre, y les enseñará lo que está por suceder. Juan 16:13 TLA

El enemigo va a querer frenarte en el camino y obstruir todo avance. La cultura, la televisión va a querer decirte lo que es amor y lo que no es, que es familia y que no es familia, que es bueno y que es malo.
Pero tenemos que escuchar la guía del Espíritu Santo quien nos entrena para tomar buenas decisiones a través de la palabra de Dios y seguir avanzando en el camino de la santidad.

Van a venir tentaciones, pero la tentación no es pecado, es una invitación a hacer lo malo, donde el enemigo te dice: “hacelo, no pasa nada”, y eso es mentira. A Eva le dijo que comiera del fruto que Dios les dijo que no lo hicieran, “no iba a pasar nada” le dijo Satanás; y a causa de eso perdieron la comunión con Dios y fueron expulsados del Huerto de Edén.
Estemos atentos a diferenciar entre la verdad y la mentira para no ser engañados, pongamos todas nuestras decisiones, pensamientos y acciones ante la luz del evangelio y la oración.

3. Nos da un deseo por la rectitud y un rechazo por la inmoralidad

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2 NTV

A lo largo de nuestra vida, en distintas épocas o etapas de crecimiento tenemos ciertas conductas que pueden ser nocivas para la santidad, quizás pueda ser la adolescencia o la juventud, incluso de adultos y probablemente en ese tiempo sin Cristo y en la oscuridad hacemos lo inmoral sin conocer las consecuencias.
Pero cuando estamos en la luz de Cristo y somos hijos de Dios vemos eso mismo que antes hacíamos con rechazo, y deseamos apartarlo de nuestra vida para agradar a Dios. Buscamos lo santo, lo bueno y perfecto para el Señor.
Así que no dejemos que el enemigo nos tiente y confunda de quienes somos; somos hijos de Dios con deseo santo, con decisión de agradarle solo a Él, así que no cedamos a la tentación y rechacemos lo inmoral.

4. Usa a otros para fortalecernos

 Por eso, confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que Dios los sane. La oración de una persona buena es muy poderosa, porque Dios la escucha. Santiago 5:16 TLA

Esta confesión que leemos en el texto es entre hermanos de la fe, entre creyentes que aman a Dios. Es tener a cristianos maduros a quienes contar nuestras luchas, nuestras tentaciones. Ellos nos ayudan, nos animan, nos fortalecen. Cuando esa persona nos escucha, ora por nosotros, nos ayuda a seguir el consejo de la Palabra de Dios, nos ayudan a no caer, a no resbalar en el camino.

No podemos hacer este camino y subir el monte solos, pero la ayuda del Espíritu Santo también viene a través de gente, valoremos y honremos a aquellas personas que pueden sostenernos y guiarnos a mantenernos firmes.

5. Nos hace más pacientes con el pecado de otros

Y esto es lo que les mando: que se amen unos a otros, así como yo los amo a ustedes. Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos. Juan 15:12-13 TLA

¿Cuándo te amó más Jesús? podemos decir que nos ama a pesar de cualquier circunstancia, y Jesús es así, paciente con nosotros. No debo confundir la tolerancia con mi pecado, Jesús, nos ama a nosotros pero no así nuestro pecado. Jesús es un claro ejemplo de tolerancia, se acercó a una mujer que estaba a punto de ser apedreada por adulterio, fue a comer con personas odiadas porque cobraban impuestos, le dirigió la palabra a una samaritana cuando para los judíos eran personas “impuras”.

Puede ser que muchas veces hemos sido impacientes con los demás, pero creer estar en una posición o caminando en santidad no debe ser motivo para molestarme con los que no lo están, debo amarlos y tenerles paciencia, así como Jesús la tiene conmigo.
Reflejemos una vida de misericordia, paz y mucho amor hacia los demás.

El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido. Isaías 57:15 RVC

Algunas recomendaciones si eres el primer lector

  • Te invito a experimentar un diálogo con Dios, hablale como un hijo(a), no desistas tu oración e incluye “que sea tu voluntad” dentro de tus palabras. Él estará feliz de escucharte. 
  • Empieza a leer ¡la Bíblia! Es una oportunidad para conocer y escuchar la voz de Dios. Puedes empezar por los evangelios que están en el Nuevo Testamento (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) 
  • Busca un lugar donde aprender más de Dios, busca una iglesia donde asistir. Si no tienes un lugar, te invitamos a Chubut 605, B/Providencia, Córdoba-Arg. O bien, si lees desde otra ciudad o país te invitamos a ver en vivo nuestras reuniones. ¡Tenemos muchos recursos para ti, ingresa a nuestra Comunidad!  

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