“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré” ( Lamentaciones 3:22-24). En el día de ayer hablamos del “ministerio de la piedad”; hoy mencionaremos: la misericordia , la cual está íntimamente relacionada, puesto que es la capacidad de sentir compasión por los que sufren y darles ayuda. Es la esencia misma de nuestro Dios, quien responde movido en misericordia cuando ve nuestra necesidad. Es tan grande Su misericordia que no podemos dimensionarla, ni entender cómo tantas personas sin merecerla pueden experimentarla si tan solo claman a Dios. Él siempre responde. La obra de misericordia se manifiesta en diversas formas sobre nuestros corazones. Somos consolados; somos alcanzados por su favor y su gracia; Él concede las peticiones de nuestro corazón; nos cubre, nos guarda, nos protege, nos favorece. La Palabra de Dios declara que: “tendrá misericordia de quien quiera tener misericordia”. Desafío: Quizás hoy te encuentres en una situación de gran necesidad, tal vez sea económica, financiera, laboral, de salud, la enfermedad te ha golpeado fuerte, golpeaste en distintas puertas y ninguna se abre, pediste ayuda y nadie está dispuesto a apoyarte… pero si clamas a Dios de todo tu corazón y te humillas ante Él, te responderá y extenderá Su misericordia sobre tu vida y la de tu familia. Una vez que la recibas proponete compartirla también con otro que sufre, te aseguro que todo lo que siembres tarde o temprano lo cosecharás.
- Lamentaciones 2:1-22 | (Leer)
- Lamentaciones 3:1-66 | (Leer)
- 1 Timoteo 4:16 | (Leer)
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