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¿Cuál es el Impacto del Discipulado y como Jesús transforma vidas?

¡El modelo de discipulado de Jesús no solo enseña, sino que transforma vidas por completo! 🌱 Debemos explorar el impacto profundo que tiene seguir a Jesús, no solo en conocimiento, sino en relaciones que cambian el corazón y preparan a otros para llevar Su mensaje. El verdadero discipulado va más allá de las clases y se convierte en una experiencia de vida que refleja el amor y la autoridad de Cristo. 🙏✨ #Discipulado #Transformación #CaminandoConJesús

La atmósfera era de regocijo y triunfo. El salón estaba lleno de creyentes ansiosos por compartir la ceremonia que celebraba el éxito de este selecto grupo. En una mesa decorada con elegancia, se exhibían los diplomas que certificaban que cada persona había completado exitosamente el programa de discipulado avanzado. Después de meses de clases, estudios y revisión de contenidos, la ceremonia era un reconocimiento merecido para estos estudiantes.

Esta escena podría ser común en muchas iglesias de nuestros países, donde a menudo se entiende el discipulado como una serie de clases que se estudian de manera académica. Sin embargo, este no fue el enfoque que Jesús usó para formar a aquellos que lo seguirían. Desde el principio, estableció la agenda de su programa discipular de manera sencilla pero clara. El evangelista Marcos, probablemente el primero en escribir, lo detalla en pocas pero significativas palabras: “Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar y ejercer autoridad para expulsar demonios” (Marcos 3:14-15). Te invito a explorar cómo entablar relaciones de discipulado efectivo con un grupo de colaboradores y amigos, siguiendo el ejemplo de Jesús.

“Designó a Doce, a Quienes Nombró Apóstoles”: Decisión

ph: Imagen de aopsan en Freepik

El primer aspecto que destaca este versículo es la iniciativa de Jesús en la selección de sus discípulos más cercanos. La palabra “designó” se refiere a un nombramiento formal (otras traducciones dicen “eligió”, “seleccionó” o “instituyó”), pero es claro que fue Jesús quien los llamó para una función específica. No hubo invitación abierta ni concurso de talentos. Jesús mismo les dijo: “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné…” (Juan 15:16). El grupo llegó a ser tan distintivo que, con el tiempo, simplemente se les conocía como “los doce”.

Para que un grupo tenga éxito en sus propósitos, es fundamental que sus integrantes tomen una decisión consciente de trabajar juntos. Al igual que Jesús, el líder a veces llama a otros para unirse a una causa; en otras ocasiones, son los miembros quienes se ofrecen voluntariamente. Sin embargo, en cualquier caso, cada integrante debe decidir libre y conscientemente formar parte del grupo. De lo contrario, podríamos tener personas incómodas o forzadas, lo que frenaría el trabajo y podría causar daño al grupo.

“Para que lo Acompañaran”: Relación

ph: Imagen de DC Studio en Freepik

Jesús eligió a sus discípulos, en primer lugar, para que desarrollaran una relación cercana con Él. Este pasaje nos recuerda que uno de los medios más poderosos del discipulado es compartir la vida misma. No hay duda de que estos doce hombres compartieron momentos tanto felices como angustiantes con su Maestro: estuvieron con Él en el funeral de su amigo Lázaro, fueron testigos de sus milagros y llegaron a tener la familiaridad de hacerle preguntas que otros no se atreverían a formular. La relación creada fue de una cercanía y confianza profundas.

En el ministerio, uno de los principales objetivos es desarrollar relaciones fuertes y significativas. La influencia de vida a vida es tremendamente efectiva. Si en tu grupo de trabajo solo se dedican a planificar o trabajar, con el tiempo se creará una atmósfera fría que perjudicará la tarea y los alejará unos de otros. Esto inevitablemente llevará a relaciones distantes, malos entendidos y desapego entre los miembros. Cultivar una relación de amistad y confianza entre los miembros del grupo es un antídoto contra problemas como celos, competencia malsana y resentimientos. Por eso, vale la pena invertir tiempo en conocerse realmente y edificar la confianza necesaria entre todos.

Además, el poder de la oración en comunidad no puede ser subestimado. Orar juntos fortalece la unidad y abre las puertas a la guía divina en cada decisión que se tome. Jesús, a menudo, se retiraba a orar, y lo hacía en comunidad con sus discípulos. Este acto no solo fomentaba la relación entre ellos, sino que también les enseñaba a depender del Padre en todo momento. Integrar la oración en el proceso de discipulado es esencial para crear un ambiente donde Dios sea el centro de todo.

“Para Enviarlos a Predicar”: Delegación

Jesús estableció a los doce para que ellos aprendieran a hacer lo que Él hacía, con la mirada puesta en continuar su labor después de su ascensión a los cielos. Marcos 1:35 resume el ministerio de Jesús: “andaba en Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando demonios”, es decir, las mismas actividades que delegó a sus discípulos. De hecho, en Juan 14:12, Jesús anunció que sus seguidores harían obras mayores que las suyas.

En el trabajo ministerial en grupos, a menudo surge cierta competencia que impide a los líderes delegar sus funciones y permitir que otros miembros se desarrollen como líderes. Si el Maestro de maestros estuvo dispuesto a impulsar la predicación y enseñanza de sus seguidores, ¿quiénes somos nosotros para no confiar en el trabajo de los demás? ¿Cómo crecerán los miembros del grupo en capacidad y confianza si no les delegamos responsabilidades? La única manera es delegar funciones con sabiduría y permitir que realicen tareas cada vez más desafiantes.

Jesús desde el inicio
estableció la agenda
de su programa
discipular de manera
sencilla pero clara.

“Y Ejercer Autoridad para Expulsar Demonios”: Atribución

Predicar y expulsar demonios eran tareas que Jesús confió a los miembros de su grupo más cercano. Sin embargo, una cosa es delegar funciones y otra muy diferente es compartir la autoridad para realizarlas. Parte de la misión de los nuevos apóstoles era ejercer la autoridad que Jesús poseía sobre el mundo espiritual. Aunque a veces fallaron en el proceso de aprendizaje, Jesús corrió el riesgo y les entregó su autoridad para que aprendieran a utilizarla con poder y sabiduría.

¿Cómo es la relación entre los miembros de tu grupo? ¿Hay luchas por el poder? ¿Los títulos son importantes? Las atribuciones que cada uno tiene deben ejercerse de manera responsable, pero también en unidad, es decir, para el beneficio de todos y no para reclamar derechos individuales o prestigio. Recuerda que cuando delegas una tarea, también debes compartir la autoridad para tomar decisiones que faciliten su cumplimiento. Si le pides a un miembro del grupo que traiga la reflexión bíblica, no debes controlar cada detalle de su preparación. Dale la libertad de escoger el pasaje, prepararse y compartir sus conclusiones con todo el grupo. Si debes corregir algo, hazlo en privado, buscando siempre estimular a la persona a aprender y crecer, tal como lo hizo Jesús.

Conclusión

Jesús formó a un grupo de discípulos de manera muy diferente a como lo hacen muchas iglesias hoy en día. Su salón de clases no era un edificio, sino los caminos, montes, mercados y aldeas. Su contenido provenía de la Escritura aplicada a situaciones de la vida diaria. Su horario no se limitaba a una o dos horas semanales, sino que abarcaba todo el tiempo. Su influencia no dependía de libros o teorías, sino de una relación cercana con amigos escogidos específicamente para continuar su labor. Su enseñanza fue práctica y su delegación completa. Así moldeó Jesús al pequeño grupo de hombres que cambiaron la historia en su nombre.

Además, es crucial recordar la importancia de la oración en comunidad. Tal como lo hizo Jesús con sus discípulos, debemos incorporar la oración en nuestras relaciones discipulares. Orar juntos no solo fortalece nuestros lazos, sino que también nos alinea con la voluntad de Dios, permitiendo que Su obra se manifieste de manera poderosa en nuestras vidas y ministerios.


Adaptado y tomado con licencia de la revista LIDER 625, edición 17, GRUPOS PEQUEÑOS: Que logran grandes resultados Pág. 24-25.

ph: Imagen de wirestock en Freepik

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