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5 Ideas claves para potenciar tu grupo de vida

Las rutinas ayudan a automatizar comportamientos y a ubicar tu trabajo y las expectativas de un grupo, pero también, pueden aburrir. Aplicar estas 5 ideas pueden ayudar a mejorar el bienestar de tu grupo de vida.

EL CAMBIO ES BUENO Y NECESARIO

Lo que aburre suele hacerlo por ser previsible. Si llevas algún tiempo como líder de célula y has implementado el mismo método todo este tiempo, es momento de ponerle un poco de salsa a tu rutina y hacer cambios.

¿Pregúntales a los participantes qué pueden hacer distinto? Puedes sorprenderte con las ideas. Y no necesitas probar todas las ideas de una vez. Mantén el enfoque en Jesús y los objetivos, y allí encontrarás la fuerza y la creatividad para cambiar.

Formato de Reuniones: En lugar de seguir siempre el mismo formato de reunión, prueba diferentes enfoques. Por ejemplo, alterna entre estudios bíblicos, testimonios personales, noches de oración o actividades al aire libre.

Dinámicas de Grupo: Introduce dinámicas interactivas durante las reuniones. Por ejemplo, debates, preguntas abiertas, juegos de roles o ejercicios de reflexión en parejas pueden estimular la participación y la creatividad.

EVITA LOS MONOSÍLABOS

Las preguntas en un grupo pequeño no son para descubrir si los participantes saben, sino para facilitar su comprensión y expresión. Por esa razón, debes dar tiempo a que los participantes respondan y hablen acerca de lo que piensan, sin generar una continua evaluación como si les estuvieras tomando un examen. Eso drenará las ganas de expresarse.

Evita preguntas que se respondan con un monosílabo.

Amplía tus preguntas: En lugar de hacer preguntas que se respondan con un simple “sí” o “no”, formula preguntas abiertas. Por ejemplo:
En lugar de: “¿Entienden este versículo?”, pregunta: “¿Qué creen acerca de este verso?”
En lugar de: “¿Harían esto en esta situación?”, pregunta: “¿Qué harían ustedes en esta situación?”

Dale tiempo a la reflexión: Permite que los participantes piensen antes de responder. No los presiones como si estuvieras tomando un examen. La paciencia fomenta una comunicación más profunda.

A JUGAR SE HA DICHO.

No tengas temor de comenzar con juegos y rompehielos. Úsalos con inteligencia para facilitar un ambiente distendido, que alguien nuevo se sienta integrado y que todos se conozcan mejor. Controla el tiempo para que no te consuma la reunión, aunque una buena opción es que el juego esté integrado a la lección o el tema de la noche.

“Nombres Bíblicos”: Cada persona elige un nombre bíblico (por ejemplo, David, Rut, Esther) y comparte brevemente por qué eligió ese nombre. Esto fomenta la conversación y ayuda a conocerse mejor.

“Versículo Revelador”: Cada participante comparte un versículo bíblico que ha sido significativo para ellos. Luego, explican por qué ese versículo es importante en su vida espiritual. Esto puede generar reflexión y edificación mutua.

CREA ESPACIOS DE SERVICIO

Los grupos pequeños y células no son solamente un tiempo de conversación y discusión. También pueden ser una plataforma para explorar el servicio. Comienza por crear la posibilidad de que, si tienes jóvenes que saben tocar instrumentos, cantar, pintar, enseñar, o actuar, tengan espacio para poner en práctica sus talentos.

De igual manera si sabes que hay jóvenes con conocimientos en administración de dinero, genera la posibilidad para que puedan poner en práctica sus dones. Puedes hasta contar con un equipo de bienvenida que se encargue de tomar los datos de los nuevos jóvenes y hacerlos sentir parte del grupo. Cuantos más protagonistas tengas, más participantes felices tendrás.

Piensa con el grupo en acciones de servicio externo que también pueden hacer juntos. Visitar un hospital para orar por los enfermos, hacer una colecta a beneficio de alguna familia que ha perdido a un ser querido o pintarle la casa a alguna pareja de abuelos, son buenos ejemplos de iniciativas de servicio que pueden funcionar perfecto para tu grupo.

Talentos en Acción: Invita a los jóvenes con habilidades específicas a contribuir durante las reuniones. Por ejemplo:

  • Músicos y Cantantes: Permíteles tocar instrumentos o liderar momentos de alabanza y adoración.
  • Artistas: Organiza exposiciones de arte o murales inspiradores en la iglesia.
  • Maestros: Anímales a enseñar breves lecciones bíblicas o habilidades prácticas.
  • Equipo de Bienvenida: Crea un equipo de bienvenida formado por jóvenes. Su tarea será recibir a los nuevos miembros, tomar sus datos y hacerlos sentir parte del grupo. Esto fomenta la hospitalidad y la integración.
  • Servicio Externo: Planifica actividades de servicio fuera de la iglesia. Algunas ideas son:
  • Visitar Hospitales: Orar por los enfermos y llevarles palabras de aliento.
  • Colectas Solidarias: Organizar colectas para ayudar a familias necesitadas.
  • Trabajos de Voluntariado: Pintar casas de personas mayores o realizar tareas comunitarias.

INVOLUCRA LA VOCACIÓN

Dedica algunas reuniones y conversaciones a explorar los intereses y profesiones que están llamando la atención de tus muchachos. Este es un tema trascendental y una decisión demasiado importante, así que puedes tomarte varias semanas para enseñarles y aconsejarles sobre la vocación que elegirán, según las habilidades que Dios ha depositado en cada una de sus vidas.

Culmina esta serie con el desafío a que cada uno de tus estudiantes pueda identificar dentro de la iglesia, a algún adulto confiable que ya esté realizando la profesión con la que ellos sueñan, y que se proponga desarrollar una relación más cercana con esta persona a fin de escuchar de su propia boca, su experiencia personal y consejos que le servirán en cuanto a esa profesión. Las nuevas generaciones necesitan adultos confiables a quienes admirar y a quienes poder recurrir con sus preguntas y dudas. Si justamente encuentran alguien con quien hablar de su profesión, su interés se incrementará y la ayuda que encuentren será más precisa.

Entrevistas con Profesionales: Organiza una serie de entrevistas con adultos de la iglesia que trabajen en diferentes profesiones. Invita a un médico, un maestro, un ingeniero, un artista o cualquier otra persona con una vocación específica. Durante estas entrevistas, los jóvenes pueden hacer preguntas sobre la profesión, los desafíos y las experiencias personales del entrevistado. Esto les dará una visión más amplia y realista de las opciones profesionales.

Dinámica de “Descubriendo Talentos”: Anima a los jóvenes a reflexionar sobre sus habilidades y talentos individuales. Pídeles que escriban en tarjetas sus habilidades (por ejemplo, habilidades de comunicación, creatividad, liderazgo, etc.). Luego, en grupo, compartan sus tarjetas y discutan cómo podrían aplicar esas habilidades en una futura vocación. Esto les ayudará a conectar sus dones con posibles caminos profesionales.


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Tomado con licencia de la revista LIDER 625, edición 17, “Grupos pequeños que logran grandes resultados” Pag. 44-45.

Créditos ph: Imagen de freepik

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