Jesús tomó una decisión hace dos mil años. Nadie lo obligó, ni siquiera los soldados romanos, ni los líderes religiosos que lo traicionaron. Él tomó la decisión de morir en la cruz por vos y por cada persona de este planeta. Jesús decidió cumplir el propósito para el cual había nacido: dar su vida por toda la humanidad. Él sabía que el gran problema del hombre es su separación de Dios. Esto trae consecuencias terribles como el egoísmo, violencia, guerras, homicidios, violaciones, adicciones, y tantas cosas más que son fruto de una humanidad lejos de su Creador.

Lo que causa la separación de Dios es la desobediencia, la rebeldía, y todo lo que se le parezca. A todo eso Dios le llama PECADO, y nos priva de los sueños y propósito que Él tiene para nuestras vidas.

“Por cuanto todos pecaron están separados de la gloria de Dios”
Romanos 3:23

Sí, es cierto. Todos pecamos. Y nuestros pecados nos separan de Dios. Nada de lo que hagamos puede solucionar eso. Ni nuestras buenas acciones, ni lo que otros puedan hacer por nosotros, ni siquiera la religión. Todo eso son esfuerzos humanos, pero no alcanzan.

Jesús sabía que el hombre no podía solucionar el problema que él mismo había generado. Por eso decidió venir a este mundo, tomar la forma de un simple mortal, vivir una vida pura, santa, sin pecado; y morir en la cruz en nuestro lugar. Todo eso lo hizo por amor.

“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Romanos 5:8

La pregunta que todos nos hemos hecho en algún momento es: ¿Por qué tuvo que morir Jesús? ¿No había otra forma de solucionar el problema del pecado? La Biblia dice que:

“La paga del pecado es muerte,  pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Romanos 6:23

La consecuencia del pecado es muerte. Pero aquí no está hablando de una muerte física. No significa que si cometes un pecado vas a morir instantáneamente (aunque muchos vicios y adicciones como el alcohol, tabaco o las drogas te pueden llevar a una muerte prematura). Lo que está hablando es de la muerte espiritual.

La palabra muerte significa “separación”, y nos habla de lo que vendrá irremediablemente luego de nuestra vida aquí en la tierra, para todos aquellos que estando en vida no solucionaron el problema del pecado. Esas personas pasarán toda la eternidad en un lugar terrible, que es real y existe, y se llama infierno.

Obviamente Dios no quiere que vayas a ese lugar. Por eso entregó a su Hijo Jesucristo, y te está dando la mejor oportunidad de tu vida para que por medio de Jesús te reconcilies con Él.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:16

Esta es la buena noticia que tenemos para compartir. Hay un regalo de Dios maravilloso para vos: Vida eterna en Cristo Jesús. Para que este regalo sea tuyo solamente necesitas tomar una decisión: recibir a Jesucristo como tu Señor y Salvador.

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