Leccion 1 de 2
En Progreso

1. Notas del Mensaje

INTRODUCCIÓN

Excelencia” no es lo mismo que “perfeccionismo”.

  • Perfeccionismo: Es la tendencia a establecer estándares excesivamente altos de desempeño, con una creciente preocupación por cometer errores. Esto produce una baja tolerancia a la frustración, y puede convertirse en una patología que hace sufrir a la persona y a los que le rodean.
  • Excelencia: Es el intento, reiterativo, de ser una persona cada vez mejor, usando como punto de partida el intento anterior.  

Excelencia” no es lo mismo que “éxito”.

  • Éxito: Es la apreciación de los demás respecto de algo comparado con el resto. Ej: músico exitoso, jugador de fútbol exitoso, empresario exitoso.
  • Excelencia: Es la dedicación y compromiso de superación personal, más allá del resultado concreto o de cualquier comparación. En vez de competir con los demás, procuro desarrollar al máximo mi potencial.

Cada vez que leo el libro de Nehemías, me inspira a ser mejor persona, y hacer cosas que exalten el nombre de nuestro Dios.

  • Hoy quiero compartir con ustedes algunos principios, que nos van a guiar por “El Camino de la Excelencia”.

1. El Camino de la Excelencia comienza con una “carga

Estas son las memorias de Nehemías. 

A finales del otoño, en el mes de quisleu, del año veinte del reinado del rey Artajerjes,1 me encontraba en la fortaleza de Susa. Hananí, uno de mis hermanos, vino a visitarme con algunos hombres que acababan de llegar de Judá. Les pregunté por los judíos que habían regresado del cautiverio y sobre la situación en Jerusalén. Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego». Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo. Nehemías 1:1-4 (NTV)

Alrededor del año 587 a.C., los babilonios invadieron Judá y destruyeron la ciudad de Jerusalén, y con ella el Templo de Salomón. Unos setenta años después de esta primera invasión de los babilonios, Ciro, rey de Persia (la nación que venció a los babilonios), les dio permiso a los judíos para que regresaran a Jerusalén y reconstruyeran el Templo.

  • Bajo el liderazgo de Zorobabel, algunos judíos exiliados regresaron a Jerusalén y reconstruyeron el Templo.
  • Por un tiempo, parecía que las cosas iban mejorando. Pero el pueblo se negó a apartarse de los mismos pecados por los que Dios había juzgado a sus antepasados en los días de Daniel y el rey Nabucodonosor.
  • Se descuidó el Templo. Cesaron los sacrificios. Los judíos siguieron adoptando las prácticas religiosas y la cultura de las naciones vecinas. En el momento de comenzar esta historia, el estado político, social y espiritual de Jerusalén era deplorable.

Mientras tanto, en Persia, un judío llamado Nehemías oyó hablar de la triste situación de su patria, y sintió algo.

  • Lo que sintió fue tan profundo, que lloró.
  • Ese sentimiento profundo que hizo llorar a Nehemías se transformó en una carga.
  • Y esa carga lo llevó a un período de oración y ayuno que duró 4 meses.

La carga que sentía Nehemías no fue por enterarse que las murallas de Jerusalén habían sido derribadas, y que sus puertas habían sido quemadas.

  • Lo que produjo carga en el corazón de Nehemías fue el triste estado de su nación.

Y aquí es donde nosotros podemos empezarnos a identificar con Nehemías:

  • ¿Te duele lo que está pasando en Argentina?  
  • Te debería doler… A Nehemías le dolió.

Argentina comenzó el siglo XX siendo uno de los países más ricos del mundo.

  • Estaba al mismo nivel de expectativas de crecimiento que tenían por aquel entonces los Estados Unidos, Canadá y Australia.

Pero lamentablemente muchas cosas se hicieron mal…

  • Argentina comenzó el siglo XXI con un default (no pago de la deuda), una mega devaluación de su moneda.
  • Seguido por décadas de promediar para abajo y fomentar una cultura de la mediocridad.
  • Nada mejor para definirnos que el tango “Cambalache”, compuesto por Enrique Santos Discépolo, que termina diciendo:
    • Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, el que mata, o el que cura, o está fuera de la ley.” (Cambalache)
  • Vos y yo sabemos que “no es lo mismo”. Pero en la cultura en que vivimos, parecería que sí lo es.

Ahora, todo esto que está pasando en Argentina no es nuevo.

  • Como en el caso de Nehemías, ya lleva años, décadas… casi un siglo de decadencia.
  • Y lo podríamos comparar con las murallas derribadas, y las puertas consumidas por el fuego.
  • Pero eso no fue lo que produjo la “carga” en el corazón de Nehemías.
  • Lo que llevó a Nehemías a llorar, ayunar y orar fue conocer el estado de su pueblo:
    • “tienen grandes dificultades y viven en desgracia” (Nehemías 1:3 – NTV)
    • “están enfrentando una gran calamidad y humillación.” (Nehemías 1:3 – NVI)
    • “están muy mal y pasando por muchas vergüenzas” (Nehemías 1:3 – RVC)
  • Leamos ahora la oración que hizo Nehemías (durante 4 meses), para descubrir cuál es la causa principal de todos estos males:

«Oh Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, 6 ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado! 7 Hemos pecado terriblemente al no haber obedecido los mandatos, los decretos y las ordenanzas que nos diste por medio de tu siervo Moisés. 11 ¡Oh Señor, te suplico que oigas mi oración! Escucha las oraciones de aquellos quienes nos deleitamos en darte honra. Te suplico que hoy me concedas éxito y hagas que el rey me dé su favor. Pon en su corazón el deseo de ser bondadoso conmigo». Nehemías 1:5-7, 11 (NTV)

Nehemías era el copero del rey de Persia.

  • Vivía a 1.000 km de Jerusalén.
  • Cuando se enteró de la situación del pueblo, podría haber optado por el camino de la resignación, la indiferencia, o la angustia.
  • Pero prefirió emprender el Camino de la Excelencia.
  • Nehemías podría haber ignorado el problema, o permitir que el problema lo anulara a él. Pero él decidió ser parte de la solución.

Por eso, durante 4 meses, Nehemías ayunó y oró:

  • Porque reconocía que la causa de esas dificultades, desgracias, vergüenza y humillaciones… era el pecado de la nación, de la cual él y su familia eran parte.
  • Nehemías intercedió por los pecados de su nación, y pidió perdón.

Pero además de orar y ayunar, Nehemías hizo un plan:

  • Cuando el rey a quien servía lo vio preocupado, le compartió su proyecto.
  • Y como Dios estaba con Nehemías, el rey le concedió todo el apoyo y recursos que necesitaba.


2. El Camino de la Excelencia es para recorrerlo juntos

Cuando Nehemías llegó a Jerusalén, inspeccionó el estado de la ciudad: Las murallas derribadas, y las puertas consumidas por el fuego… los escombros, la pobreza, el desánimo… era seguramente peor de lo que se había imaginado.

  • Nehemías se dio cuenta que semejante obra no podía hacerla él solo, necesitaba la participación de todo el pueblo.
  • En Renacer tenemos una frase: Solo voy más rápido, pero juntos llegamos más lejos.”

Nehemías les compartió al resto del pueblo la carga y la visión que Dios le había dado.

"Les dije: Ustedes ven el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; vengan, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho."   Nehemías 2:17-18a (NVI)

¿Cómo hizo Nehemías para transmitirle al pueblo la carga y la visión que Dios le había dado?

1. El Problema

“Ustedes ven el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego.” (Nehemías 2:17a)
  • ¿Por qué Nehemías comenzó diciéndoles lo que ya sabían?
    • La gente que vivía en Jerusalén se había acostumbrado a esa situación. Ya les había dejado de preocupar. Habían aprendido a convivir con esos muros derrumbados, y con la inseguridad y vergüenza que eso representaba para su nación.

2. La Solución

“Vengan, y edifiquemos el muro de Jerusalén” (Nehemías 2:17b)
  • La visión de Nehemías consistía en una Jerusalén amurallada.
    • La visión siempre es la solución al problema.

3. La Razón

“Vengan, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio (Nehemías 2.17b)

  • Oprobio significa deshonra, vergüenza.
  • La visión de Nehemías no tenía tanto que ver con la reconstrucción de un muro, sino con el restablecimiento de un contexto donde Dios pudiera manifestar su poder y cumplir sus promesas a las naciones.

4. El Momento

“Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho." (Nehemías 2.18a)
  • No era la visión de Nehemías la que los movería a la acción. Sino la noticia de que Dios estaba actuado en favor de ellos.
  • Eso despertó su fe dormida, hizo brotar en ellos el entusiasmo, y los convenció de que era el momento correcto para comenzar la reconstrucción.

3. El Camino de la Excelencia nos impulsa a ser mejores

No competimos contra los demás, sino con nosotros mismos.

  • La excelencia nos impulsa a ser cada día mejores de lo que fuimos hasta ayer.
  • En Renacer decimos: “La excelencia no tiene techo, siempre lo podemos hacer mejor.”

Dios te ha capacitado con talentos naturales y dones espirituales para hacer una gran obra.

  • Si todavía no lo estás haciendo, es tiempo de descubrirlos y desarrollarlos al máximo.

Nehemías agrupó al pueblo por familias, y los puso a edificar la muralla en lugares estratégicos:

23 Benjamín y Jasub reconstruyeron el sector que está frente a sus propias casas. Azarías, hijo de Maseías y nieto de Ananías, reconstruyó el tramo que está junto a su propia casa. Los sacerdotes reconstruyeron el sector de la muralla frente a su casa 29 El siguiente tramo lo reconstruyó Sadoc hijo de Imer, pues quedaba frente a su propia casa 30 Mesulán hijo de Berequías reconstruyó el siguiente tramo, pues quedaba frente a su casa. Nehemías 3:23, 28-30 (NVI)
  • Las personas trabajan con más dedicación cuando tiene un interés personal.
  • ¿Qué mayor interés que proteger tu familia, tus seres queridos?

Los trabajos de construcción comenzaron casi de inmediato, y en muy poco tiempo avanzaron muchísimo, porque estaban unidos y en acuerdo.

  • Como siempre, se levantó oposición.
  • Los enemigos no estaban de acuerdo en que el pueblo de Dios trabajara en unidad, así que se levantaron con burlas, críticas y amenazas.

Ante esta oposición, Nehemías le dijo a sus enemigos:

El Dios de los cielos nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque ustedes no tienen parte ni derecho ni memoria en Jerusalén. (Nehemías 2:20)

Y al pueblo les dijo:

¡No le tengan miedo al enemigo! ¡Recuerden al Señor, quien es grande y glorioso, y luchen por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus esposas y sus casas! (Nehemías 4:14)

4. El Camino de la Excelencia honra a Dios e inspira a las personas

La excelencia no es el fin, sino un medio.

  • La excelencia es un camino que vos y yo podemos decidir transitar día tras días.
  • ¿Cuál es el destino entonces? = Honrar a Dios con todo lo que somos y hacemos.

La muralla se terminó el día veinticinco del mes de elul. Su reconstrucción había durado cincuenta y dos días. Cuando todos nuestros enemigos se enteraron de esto, las naciones vecinas se sintieron humilladas, pues reconocieron que ese trabajo se había hecho con la ayuda de nuestro Dios.” Nehemías 6:15-16 (NVI)

¡Qué tremendo!

  • La muralla que había estado derribada durante 90 años, se reconstruyó en 52 días.
  • Por eso los enemigos se sintieron humillados, y reconocieron que ese trabajo se había hecho con la ayuda de Dios. ¡Aleluya!
  • Nehemías dirigió al pueblo de Jerusalén para hacer la obra en un tiempo récord, pero también para hacerla de manera excelente.

“La excelencia honra a Dios e inspira a las personas”

  • Cuando hacemos las cosas con excelencia, Dios es honrado.
  • Pero también las personas son inspiradas.
    • No sólo las que participan de la construcción de un proyecto, sino las que disfrutan de sus beneficios.

Por eso todo lo que hacemos en Renacer, nos esforzamos por hacerlo con excelencia.

  • Los voluntarios que sirven son inspirados a dar lo mejor de sí, y recorrer la milla extra.  
  • Las personas que invitamos a nuestras reuniones (grupo grande o grupos pequeños), quizás todavía no estén listos para entregar sus vidas a Cristo, pero no podrán decir que somos unos improvisados o desorganizados.
  • Y quedará abierta la puerta para la próxima vez que los invitemos. Hasta que el Señor toque sus corazones, y le rindan sus vidas a Jesús.

La excelencia también bendice al resto del Cuerpo de Cristo.

  • Ej: Iglesias Bautistas, Consejo Pastoral, etc.

Que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos. Mateo 5:16 (RVC)

Conclusión

  1. El Camino de la Excelencia comienza con una “carga
    1. ¿Hay alguna situación en tu vida, tu familia, tu lugar de trabajo que está mal… y se ha transformado en una carga en tu corazón?
    1. ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a seguir siendo parte del problema, o vas a ser parte de la solución?
  2. El Camino de la Excelencia es para recorrerlo juntos.
    1. ¿Ya le has compartido tu carga a otros?
    1. ¿Estás participando de la carga que Dios le puso a alguien más?
  3. El Camino de la Excelencia nos impulsa a ser mejores.
    1. ¿Cuáles son los talentos y dones que Dios te ha dado?
    1. ¿Los estás desarrollando a través del servicio?
    1. ¿Estás bendiciendo a otros con lo que Dios te dio?
  4. El Camino de la Excelencia honra a Dios e inspira a las personas
    1. ¿Dios está siendo honrado con tu vida?
    1. Cuando las demás personas ven lo que estás haciendo… ¿Reconocen que Dios está con vos, y son inspirados a seguir tu ejemplo?

El Camino de la Excelencia está a tu disposición… ¿Lo vas a recorrer?

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