Idea principal:
Los cristianos de cerca obedecen el llamado de Dios para sus vidas.
Objetivos:
- Comprender que la revelación de Dios siempre es progresiva.
- Estar atento a la visión que Dios nos da, aunque en principio está presente como una meta muy improbable o lejana.
- Avanzar en el ciclo reforzador de nuestra fe, que nos lleva de los desafíos menores que Dios nos propone a los mayores.
¿Qué has aprendido hasta ahora en esta serie sobre las características de los cristianos de cerca? ¿Has reconocido aspectos de tu vida que te acercan más al modelo de un «cristiano de lejos»? O, por el contrario, ¿has visto que ciertos deseos y búsquedas fortalecen y refuerzan tu identidad en Cristo?
Sebastián concluye la serie con un llamado a abrazar la visión de Dios y a ponerla en acción, aun, sin entenderla por completo.
¿Qué idea preconcebida tienes acerca de los sueños? ¿Cuál sería tu propia definición de ellos? ¿Consideras que los sueños son compatibles con la realidad espiritual, o que solo son sucesos o imágenes que se representan de manera fantástica en la mente de las personas?
Sebastián dice que «muchas veces, sin querer, nos enseñan que soñar es malo, pues los sueños son sinónimos de distracción. Pero ¡qué gran verdad es que los sueños son visiones que Dios pone en la vida de las personas!».
El creyente conoce su destino hacia una eternidad ideal y perfecta. Lee Jeremías 29.11. ¿Qué destaca considerablemente el Señor respecto de su plan inmutable? (Traer planes de paz para su pueblo, no de mal). Siendo que conocemos el futuro que Dios tiene preparado para el creyente, ¿cuáles crees que deberían ser nuestros sueños, anhelos y deseos más profundos? (Estos deberían estar alineados con la causa del reino en la extensión del evangelio de Cristo).
Muchas veces, las personas no se animan, ni se comprometen, porque no son motivados con visiones claras o desafiantes.
Lee Mateo 4.18-20. ¿A qué personas vio Jesús junto al mar de Galilea? (A Simón y a Andrés). ¿Qué oficio tenían ellos? (Eran pescadores). ¿Qué estaban haciendo en ese momento? (Echaban la red al mar).
Analizando la escena, ¿por qué el llamado de Jesús del versículo 19 les resultó tan propio y cercano? (Porque tenía plena relación con la actividad de ellos).
Según el versículo 20, ¿qué provocó en ellos la clara visión que el Señor les mostró? (Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron).
Jesús sabía que el llamado a Simón y a Andrés, de apariencia inofensiva, terminaría años después con la muerte de ambos. ¿Por qué Jesús no los desafió de entrada con las futuras consecuencias de la decisión que estaban tomando? ¿Crees que de haberlas conocido ellos hubieran respondido como lo hicieron? ¿Qué hubieras hecho tú en este caso?
Jesús dio la revelación de su visión por pasos, y fue elevando poco a poco el nivel de compromiso y de fe de sus discípulos.
Lee Marcos 1.17. ¿Cuál fue el primer llamado que Jesús hizo a los discípulos? (Venid en pos de mí, y los haré pescadores de hombres).
Lee Lucas 9.23. ¿Qué les ordenó luego? (Si ellos querían seguirlo, debían negarse a sí mismos, tomar su cruz cada día, y seguirlo).
Lee Lucas 21.16-17. ¿Qué les sucedería finalmente? (Serían entregados por sus parientes y amigos, matarían a algunos y serían aborrecidos de todos).
Sebastián explica que la revelación de Dios siempre es progresiva. Así, cada generación de las Escrituras tuvo más información de los planes de Dios para el mundo que la generación que la antecedió. Por ejemplo, Noé supo más que Adán; Moisés, más que Noé; David más que Moisés. Lo mismo ocurre con la visión de Dios para nuestra vida: es progresiva.
¿Qué llamado has recibido de parte de Dios? ¿Te ha incomodado? ¿Has respondido paso a paso, según la medida de tu fe?
¿En qué ocasión un paso de obediencia menor te condujo a un desafío mayor? ¿Qué implicancias tuvo esto para tu fe?
José, el patriarca del Antiguo Testamento, fue un soñador. Podemos conocer el relato de su vida a partir de sus diecisiete años (Gn 37.2). Abre tu Biblia en el libro de Génesis. Busca cada referencia y responde las siguientes preguntas:
37.19-20. ¿A qué se expuso José por causa de sus sueños? (Sus hermanos conspiraron contra él para matarlo).
37.28. ¿Qué decisión tomaron sus hermanos? (Lo vendieron a unos ismaelitas que llevaron a José a Egipto).
39.1. ¿Cuál fue el primer destino de José en Egipto? (Fue comprado como esclavo por Potifar).
39.20. A pesar de su integridad y temor a Dios, ¿cuál fue el segundo destino de José? (La cárcel).
40.14-15. En la cárcel, José interpretó los sueños de habían tenido dos presos. Uno de ellos, el copero de faraón saldría en libertad. ¿Qué pedido le hizo José? (Que intercediera ante faraón por su caso).
41.14. ¿Cuál sería el tercer destino de José en Egipto? (El palacio de faraón).
41.39-40. Luego de reconocer al Dios de José, ¿a qué cargo ascendió el faraón a José? (Gobernador de Egipto).
Lee Génesis 41.46. ¿Qué edad tenía José cuando fue llevado ante faraón? (Treinta años). Es decir, José vivió trece años en un país extraño donde sufrió toda clase de injusticias. ¿Cómo hubieras reaccionado tú si Dios te hubiese revelado de una sola vez, trece años atrás, todo lo que iba a hacer en tu vida?
Destaca la disposición del corazón de José hacia Dios durante su tiempo de prueba: no objetó el trato de Dios hacia él; no pecó contra Dios ante las insinuaciones de la esposa de Potifar (Gn 39.9); reconoció que sus capacidades venían de Dios (40.8; 41.25); desarrolló un plan de acción (41.28); entendió que Dios lo había bendecido en medio de las aflicciones (41.52); advirtió que Dios lo había llevado a Egipto para preservación de vida (45.5).
¿Qué espera Dios de ti luego de darte una visión? (Que responda en fe y con acción). ¿Cómo dirías que está tu fe en este tiempo? ¿Qué obstáculos te impiden obrar para la extensión del reino en esta etapa de tu vida?
Sebastián expresa: «No estás listo para vivir hasta que no tengas una razón para morir», de acuerdo con lo que dice Pablo: «Para mí no es motivo de orgullo anunciar el evangelio, porque lo considero una obligación ineludible. ¡Y ay de mí si no lo anuncio!» (1 Co 9.16, DHH).
APLICACIÓN
— Deléitate en las Escrituras esta semana mediante el estudio de la vida de José (Gn 37, 39–45). Apunta los hitos principales de su vida. Analiza las responsabilidades menores que asumió hasta llegar a su mayor desafío. Observa cómo Dios fue «subiendo la temperatura» de sus aflicciones para revelarle sus propósitos. Medita en el ejemplo de José. Detecta las enseñanzas espirituales que pueden ayudarte a crecer en tu nivel de fe y de compromiso respecto de la visión que Dios te ha dado.
— Piensa, por un momento, si tienes una inquietud que está rondando tu mente desde hace un tiempo sobre algo que Dios quiere que hagas. ¿Estás luchando para desechar la idea? Durante esta semana, da estos tres pasos: primero, escribe la visión que vuelve insistentemente a ti; luego, analiza hace cuánto tiempo ella persiste y si ha crecido en intensidad; por último, aparta momentos cada día para hablar con Dios al respecto y buscar su guía a través de su palabra. Llegado el caso, ¡disponte a actuar!
— Identifica a un compañero de fe cercano a ti que esté atravesando un tiempo de crisis espiritual. Busquen juntos a Dios en oración y en la meditación de las
Escrituras. Indaguen en qué momento él interrumpió su relación con Dios y la posible causa de ello (por ejemplo, sensación de estancamiento en la vida, sentimientos de mediocridad o improductividad, aburrimiento, etc.). Ayúdalo a recuperar el gozo en el Espíritu y a responder al servicio cristiano por amor.
UN PASO MÁS
Registra en tu diario la enseñanza específica que aprendiste en este capítulo. Luego, haz un breve resumen de los conceptos centrales que Dios te ha enseñado a lo largo de la serie. Así, más adelante, podrás repasarlo y traerlo a tu memoria.
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