INTRODUCCIÓN
La oración intercesora es uno de los actos más poderosos y amorosos que podemos realizar como creyentes. En el libro de Ezequiel, Dios expresa que buscó a alguien que “se pusiera de pie en la brecha” como intercesor, pero “no lo halló” (Ezequiel 22:30). La intercesión no es solo una práctica religiosa, sino un llamado divino a interceder a favor entre Dios y aquellos que necesitan Su misericordia. Es un ministerio de amor y compasión, donde asumimos las cargas de otros, como Cristo asumió las nuestras. Jesús es nuestro modelo perfecto de intercesión. Él está sentado a la diestra de Dios, y además intercede por todos nosotros (Romanos 8:34). La intercesión es un acto sacrificial, que además de impactar vidas, también transformará la nuestra. La intercesión no es una tarea reservada solo para los líderes y pastores; es un llamado para todos los creyentes. Cuando intercedemos, estamos participando en la obra redentora de Cristo, llevando ante Dios las necesidades de otros. ¿Estás intercediendo por los demás?
PREGUNTAS PARA COMPARTIR
1. Rompehielos: ¿Qué significa para ti “ponerse en la brecha” en el contexto de la oración intercesora?
2. Leer Ezequiel 22:30. ¿Por qué crees que Dios busca intercesores, como lo menciona en Ezequiel? ¿Has tenido ese llamado a interceder por otros?
3. Leer Romanos 8:34 ¿De qué manera el ejemplo de intercesión de Jesús en Romanos te desafía en tu vida de oración? ¿Cómo podemos desarrollar un corazón intercesor como nos enseña Jesús?
4. Llamado a interceder. ¿Cómo podemos discernir cuándo Dios nos está llamando a interceder por una situación o persona en particular?
5. Compartí tu testimonio: ¿Qué rol juega la fe en la oración intercesora, especialmente cuando enfrentamos oposición espiritual? ¿Has tenido una experiencia en cuanto a la intercesión? Comparte.
6. Compartiendo con otros: ¿Cómo podemos apoyar y motivar a otros a involucrarse en la intercesión? ¿Qué iniciativas podemos tomar como grupo? Por ejemplo: Intercesión por nuestro misionero adoptado, etc.
AVANZANDO
La oración intercesora es más que una simple petición; es una expresión del amor de Dios en acción. Como hemos visto, interceder es ponerse en la brecha, como lo hizo Jesús y otros personajes bíblicos. Interceder es presentar las cargas de otros ante el trono de la gracia. Es un llamado a actuar como mediadores, confiando en que Dios escucha y responde nuestras oraciones. La Biblia también dice: “La oración eficaz del justo puede mucho” (Sgto. 5:16); para que nuestras oraciones sean poderosas y efectivas, también debo cultivar una vida que agrade al Señor. Sin embargo, para interceder, no necesito tener un “título espiritual”, sino más bien, asumir mi responsabilidad y llamado a ser puente entre Dios y otras personas. Algunas pautas que podemos seguir son: (1) Comprométete a Orar Regularmente por Otros. (2) Fomenta el Ayuno y la Oración. (3) Ora con otra persona o en grupo. (4) Identifica las cargas que Dios pone en tu corazón. (5) Confía en las promesas de Dios y testifica las respuestas de tus oraciones.
CAMBIANDO TU MENTE
“…Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. (Ro 8:34)
ORACIÓN
Señor Dios Todopoderoso. Te pedimos que nos llenes de Tu Espíritu Santo para ser intercesores fieles, que se levantan en defensa de aquellos que necesitan Tu intervención. Ayúdanos a perseverar en la oración, confiando en Tus promesas y en Tu tiempo perfecto. Que nuestras oraciones sean un reflejo de Tu amor y compasión, y que a través de ellas, Tu poder se manifieste en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean. En el nombre de Jesús, nuestro intercesor perfecto, oramos. Amén.
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