Leccion 4, Tema 2

Lección Grupos de Vida

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INTRODUCCIÓN

La historia de Elías es un testimonio poderoso de cómo Dios elige usar a personas comunes para llevar a cabo su voluntad en la tierra. Elías no era un superhéroe espiritual; era un hombre con las mismas limitaciones y desafíos que enfrentamos nosotros hoy. Sin embargo, lo que lo distinguía era su obediencia y fe en Dios. En tiempos de gran apostasía e idolatría, Elías se mantuvo firme como representante de Dios, dispuesto a confrontar el pecado y a interceder fervientemente por la nación de Israel. A través de Elías, vemos cómo Dios llama a su pueblo a dejar la idolatría y a regresar a Él. Enfrentó a los falsos profetas de Baal en un desafío que no solo reveló la falsedad de esos dioses, sino que también reafirmó la soberanía y poder del Dios verdadero, quien respondió con fuego del cielo. En nuestra vida diaria, estamos llamados a ser “re-presentantes” de Dios como lo fue Elías. Esto implica confrontar la idolatría y el pecado en nuestras propias vidas y en nuestras comunidades, interceder con fervor por aquellos que están alejados de Dios, y estar dispuestos a ser instrumentos de su justicia y misericordia.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1. Rompehielos: “Como el caso de Elías” ¿Alguna vez has enfrentado una situación en la que sentiste que eras la única persona defendiendo lo correcto? ¿Cómo manejaste ese desafío?

    2. Leer Santiago 5:17–18 ¿Qué situaciones has experimentado que te han hecho sentir que Dios estaba llamándote a interceder por tu sociedad? ¿Pensaste que no tenías las “credenciales espirituales”? ¿Cómo respondiste?

    3. Compromiso.  ¿Por qué es importante que los cristianos se involucren en la oración por su ciudad y su nación?

    4. ¿Por qué crees que Dios permite a veces que la sociedad experimente dificultades antes de traer avivamiento?

    5. Lee 1 Reyes 17:1 y Compartí tu testimonio: Si tuvieras que describir un momento en el que Dios respondió una oración tuya de manera poderosa, ¿Cuál sería?

    6. A la acción: ¿Qué pasos prácticos podemos tomar para eliminar “ídolos” de nuestras vidas y animar a otros a involucrarse en la oración por la sociedad? ¿Qué podemos hacer como grupo?

    AVANZANDO

    La transformación de la sociedad a través de la oración e intercesión es más que una responsabilidad; es un llamado a cada creyente y un privilegio que Dios nos otorga. La oración no es solo un medio para cambiar nuestras circunstancias; es una herramienta poderosa para alinear nuestros corazones con el propósito de Dios. La iglesia primitiva en Hechos 2:42-47 es un testimonio poderoso de cómo la oración comunitaria puede tener un impacto social profundo. Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones. Como resultado, vivieron un avivamiento, y el Señor añadía a la iglesia a quienes debían ser salvos cada día. Su dedicación a la oración y la comunión creó una comunidad de creyentes encendidos por el Espíritu Santo.

    El poder para transformar la sociedad no reside en nuestra habilidad o esfuerzo, sino en Dios, quien escucha y responde a las oraciones de su pueblo. Algunas acciones que pueden agregar valor son: (1) Establece un tiempo fijo de oración y estudio. (2) Organiza un grupo de oración con otros hermanos, puede ser de 3 personas. (3) Acércate a un grupo específico en tu barrio (ancianos, equipo de barrio, un comedor, etc.) preséntate y ofrece tus oraciones para que “les vaya bien” ¡Será una gran oportunidad de romper el hielo, sembrar una semilla y con el tiempo, compartir el evangelio!

    CAMBIANDO TU MENTE

    “y si mi pueblo que se identifica usando mi nombre se humilla, ora, me busca y abandona su mala conducta, entonces yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré el bienestar del país”. (2 Cro 7:14)

    ORACIÓN

    Padre Celestial, reconocemos que Tú eres el único Dios verdadero, soberano para transformar vidas y sociedades. Señor, te pedimos que despiertes en nosotros un deseo profundo de buscarte en oración y que nos hagas sensibles a las necesidades de nuestro mundo. Llénanos de tu Espíritu Santo para que podamos ser instrumentos de tu paz, justicia y amor en cada lugar donde nos coloques. Te pedimos que toques los corazones de los líderes de nuestras naciones, que les des sabiduría y discernimiento para tomar decisiones alineadas a Tu voluntad. Te pedimos perdón por nuestras faltas y por las veces que hemos sido indiferentes a la injusticia y al sufrimiento de otros. Renueva en nosotros un espíritu de compasión y compromiso para interceder por los perdidos. ¡Amén!

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