Introducción
Estamos transitando juntos esta serie de Mensajes: ORACIÓN, LA CLAVE DEL AVIVAMIENTO.
1) Edificando sobre la Roca
2) Encendiendo el Fuego
3) Impactando la Iglesia
Hoy vamos a continuar con esta serie, y como ya habrán visto en el video de Almolonga, vamos a mirar hacia afuera de las fronteras de nuestra familia y de la Iglesia local.
– Vamos a mirar a la sociedad, principalmente a los que todavía no conocen a Cristo de una manera personal, y no lo han hecho el Señor y Salvador de sus vidas.
– Y vamos a descubrir en la Palabra de Dios, de qué manera nuestra oración por ellos puede traer cambios positivos.
TRANSFORMANDO LA SOCIEDAD
Preguntas:
- ¿Dios quiere que oremos por nuestra sociedad?
- ¿Pueden nuestras oraciones cambiar el clima espiritual de nuestra Ciudad y Nación?
- ¿Cómo podemos orar para que Dios sane nuestra tierra?
- ¿Qué podemos esperar como resultado de nuestra intercesión?
Re-Presentando a Dios
Intercesión: “Mediar, estar en medio, rogar por otro, representar a una parte delante de otra.”
– El libro de Génesis dice que Dios creó a Adán y Eva como sus re-presentantes aquí en la tierra.
– Les dio el mandato de “Fructificar, multiplicarse, llenar la tierra y gobernarla…” (Gen 1:26-28)
Génesis 2:15 (NVI)
“Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara.”
Dios creó al hombre y la mujer a Su imagen y semejanza, y les dio autoridad para representarlo aquí en la tierra, cultivando y cuidando (protegiendo) la creación. La Biblia nos dice que ellos pecaron, y esa autoridad se la entregaron a Satanás. Por eso muchos años más tarde Jesucristo dijo que el diablo es el “Príncipe de este mundo”. ¡Pero Dios sigue siendo el Rey! Está sentado en el trono de autoridad, y la delega a quién Él quiere para cumplir Sus propósitos.
Elías: El Re-Presentante de Dios
En los tiempos de Elías había mucho pecado en la nación de Israel. Por la influencia del rey Acab y su esposa Jezabel, el pueblo había dejado de adorar a Dios, y se fueron detrás de los ídolos.
- La idolatría es el pecado más terrible.
- Dios nos creó que para que le adoremos a Él.
Principio espiritual: Nos parecemos a quien adoramos.
- La idolatría es adorar a un dios falso. Y los idólatras se terminan pareciendo al ídolo al cual adoran.
- Ej Almolonga: Maximón (alcohol, violencia, pobreza, cárcel). Cuando ellos dejaron de adorar a Maximón y empezaron a adorar a Jesús, tuvieron paz, trabajo y prosperidad.
Cuando Dios quiso traer juicio sobre la nación de Israel, a causa del pecado de idolatría, le pidió a Elías que orara para que dejara de llover.
- ¿Por qué si Dios quería castigar el pecado del pueblo, no les mandó juicio directamente?
- “Desde la creación, Dios eligió trabajar en la tierra a través de los seres humanos, y no de forma independiente de ellos.” (Dutch Sheets – “La Oración Intercesora”)
Elías, en obediencia al mandato de Dios, fue delante del rey Acab y le dijo:
1º Reyes 17:1 (RVC)
«Vive el Señor, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que en los años que vienen no va a llover, y ni siquiera va a caer rocío, a menos que yo lo diga.»
- El profeta no era sólo un «pronosticador»; era también un «proclamador» que anunciaba el juicio de Dios y exponía los pecados del pueblo.
No es “gratis” levantarse contra Dios y Su Palabra, y alguien tiene que anunciar que el pecado traerá consecuencias.
- Olimpiadas en Francia = parodia de la última cena.
- Consecuencias: Lluvia en la inauguración, empresas retiraron sus esponsoreos, nadadores se intoxicaron con el agua del río Sena, olimpíadas con menos audiencia.
¿Por qué Dios castigó a Israel con sequía?
- Porque Baal era precisamente el dios de la lluvia. Y Asera, la diosa de la fertilidad.
- Y el Señor quería enseñarle a su pueblo lo inútil que es adorar a estos dioses falsos. Por eso les mandó sequía y escasez.
Dios le pidió a Elías que orara para que dejara de llover, y la sequía también afectó a Elías.
- Cuando somos obedientes al Señor, y oramos para que Su voluntad se cumpla en la tierra, muchas veces pasaremos por pruebas y dificultades.
Nunca te metas en una batalla donde Dios no te mandó.
- Pero cuando Dios te guía a orar por un hijo rebelde, por un marido o esposa mundano, por una enfermedad, etc… no te asustes si del otro lado te contraatacan.
Aunque la sequía afectó también a Elías, Dios lo protegió y alimentó sobrenaturalmente:
- Agua del arroyo y los cuervos le traían pan y carne.
- Viuda de Sarepta: la harina y el aceite no se acabaron durante todos los años de sequía.
Cuando el hijo de la viuda murió de una enfermedad, Elías oró y Dios lo resucitó.
- Esto es un ejemplo de cómo tenemos que orar por las personas que están muertas espiritualmente.
Elías convoca al Pueblo
Elías era el Re-Presentante de Dios en Israel: Un Intercesor. Un Mediador.
- Cuando Dios se lo indicó, Elías convocó al pueblo para que se acercaran nuevamente a Dios.
- Le pidió al rey Acab que viniera con todo el pueblo al monte Carmelo.
- Y que trajera también a los 450 profetas de Baal, y los 400 profetas de Asera.
1º Reyes 18:21 (NVI)
Elías se presentó ante el pueblo y dijo: “¿Hasta cuándo van a seguir indecisos entre dos pensamientos? Si el Dios verdadero es el Señor, deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él.” Y el pueblo se mantuvo en absoluto silencio.
- El pueblo se quedó en silencio porque fueron confrontados con su pecado (reflexión).
- Entonces Elías les planteó un desafío a los profetas de Baal y Asera: Que prepararan un altar, sacrificaran un buey, le pusieran leña, pero sin prenderle fuego.
- Elías haría lo mismo en el altar de Dios.
- Ellos invocarían el nombre de sus dioses, y Elías invocaría el nombre del Señor. ¡El que respondiera con fuego, ése es el Dios verdadero! Y todo el pueblo estuvo de acuerdo.
- Los profetas de Baal y Asera pusieron la leña y el buey, e invocaron a sus dioses, pero el fuego no caía del cielo. Se lastimaban con cuchillos y chorreaban sangre, pero nada.
1º Reyes 18:30–32 (RVC)
30 Entonces Elías llamó a todo el pueblo, y les pidió que se acercaran a él. Entonces él se puso a arreglar el altar del Señor, que estaba en ruinas. 31 Tomó doce piedras, una por cada tribu de los hijos de Israel, 32 y las usó para reconstruir el altar en el nombre del Señor.
- El altar del Señor estaba en ruinas.
- Elías tomó 12 piedras, una por cada tribu de Israel (unidad del pueblo de Dios)
– Elías reconstruyó el altar y luego hizo cavar una zanja alrededor. - Preparó la leña, y puso el buey encima.
- Pidió que trajeran 12 cántaros de agua, y los derramaran sobre el buey y la leña, y se llenó la zanja.
- Entonces Elías oró…
1º Reyes 18:36–39 (RVC)
36 «Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, demuestra hoy que Tú eres el Dios de Israel y que yo soy tu siervo, y que solamente hago lo que Tú me has ordenado hacer. 37 ¡Respóndeme, Señor! ¡Que tu pueblo reconozca que Tú, Señor, eres Dios, y que Tú harás que su corazón se vuelva a ti!» 38 En ese momento cayó fuego de parte del Señor, y consumió el buey que allí se ofrecía, y la leña, las piedras, y hasta el polvo, ¡y aun secó el agua que inundaba la zanja! 39 Cuando todos vieron esto, se arrodillaron y exclamaron: «¡El Señor es Dios, el Señor es Dios!»
La lluvia todavía no había venido, pero ya habían dado un gran paso: el pueblo se había arrepentido de sus pecados.
- Algo parecido había sucedido muchos años antes, cuando el rey Salomón edificó el templo de Jerusalén y lo consagró al Señor.
2º Crónicas 7:1 (RVC)
Cuando Salomón terminó de orar, de los cielos descendió fuego y consumió el holocausto y las ofrendas, y la gloria del Señor llenó el templo.
- Y luego Dios le dijo a Salomón:
2º Crónicas 7:12–14 (RVC)
13 Si yo llego a cerrar los cielos para que no haya lluvia, y si mando a la langosta a consumir la tierra, o si envío peste contra mi pueblo, 14 si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.”
- El pecado trae consecuencias (maldición).
- Pero Dios prometió que si nosotros, Su pueblo, nos humillamos y oramos, y buscamos Su rostro, y nos apartamos de nuestros malos caminos = Él escuchará desde los cielos, perdonará nuestros pecados y sanará nuestra tierra. ¡Amén!
- Elías no se sentó de brazos cruzados, esperando que empezara a llover, sino que oró por la lluvia.
Elías intercede por lluvia
1º Reyes 18:42–45 (RVC)
42 Elías subió a la cumbre del monte Carmelo. Allí se postró en tierra y hundió la cabeza entre las rodillas. 43 Luego le dijo a su criado: «Sube más arriba, y mira hacia el mar.» El criado subió, miró el mar y bajó a decir que no se veía nada; pero el profeta le ordenó que regresara siete veces más y mirara. 44 A la séptima vez, el criado dijo: «Veo que del mar se levanta una nube, pequeña como la palma de una mano.» Entonces Elías le dijo: «Corre y dile a Acab que prepare su carro y se vaya, para que no lo ataje la tormenta.» 45 Mientras Elías decía esto al criado, los cielos se llenaron de nubarrones, y comenzó a soplar un fuerte viento, y se desató una gran tormenta.
- Elías oró para que no lloviera, y no llovió por 3,5 años.
- Luego, Elías reparó el altar de Dios y oró para que descendiera fuego del cielo = Dios envió el fuego que consumió el sacrificio, y el pueblo se arrepintió de su idolatría, reconociendo que el Señor es el único y verdadero Dios.
- Finalmente Elías oró por la lluvia.
- Oró 7 veces (plenitud)
- Debemos orar con fe y persistencia hasta que se cumpla lo que Dios ha prometido.
- “Se postró en tierra y hundió la cabeza entre las rodillas”
- Esa era la posición en que las mujeres embarazadas se ponían para dar a luz.
- La intercesión hace que concibas lo que Dios quiere hacer en la tierra.
- Si oras con fe y persistencia llegará el momento de dar a luz el fruto de tu intercesión.
- Elías no tenía nada de especial, era un hombre común y corriente (como vos y yo), pero le creyó a Dios y oró con fe hasta que el Señor cumplió lo que había prometido.
Santiago 5:17–18 (RVC)
17 Elías era un hombre con limitaciones semejantes a las nuestras. Pero oró con fervor para que no lloviera, y durante tres años y seis meses no llovió sobre la tierra. 18 Después volvió a orar, y el cielo dejó caer su lluvia, y la tierra dio sus frutos.
Jesucristo el Gran Intercesor
Así como el primer Adán, por culpa de su pecado, perdió la autoridad sobre la creación que Dios le había delegado. Dios tuvo que enviar un segundo Adán, Jesucristo, para que lo re-presentara aquí en la tierra y recuperara esa autoridad.
- Jesucristo murió en la cruz por nuestros pecados.
- Pero al resucitar victorioso de entre los muertos, recuperó la autoridad que el diablo tenía sobre los reinos y naciones de este mundo.
- Y luego de recuperar esa autoridad, dijo:
Mateo 28:18–20 (RVC)
18 «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén.
- En Cristo, el plan original de Dios es restaurado.
- Esa autoridad que Dios le dio a Adán y Eva para que lo representaran en la tierra, cuidando y cultivando la creación, ellos la perdieron. ¡Pero Jesucristo la recuperó en la cruz!
- Ahora nos delega esa autoridad a nosotros, Su Iglesia, para que lo re-presentemos aquí en la tierra.
- Yo no hay más “Elías solitarios “. Ahora somos todos nosotros, unidos como el Cuerpo de Cristo, los que reclamamos que sea hecha Su voluntad en la tierra.
- Cuando oramos en el Nombre de Jesús, estamos intercediendo para que Su voluntad sea hecha en nuestras vidas, ciudades y naciones.
- La autoridad no es nuestra, es de Él.
- La victoria no es nuestra, es de Él. Nosotros sólo reclamamos la victoria de Cristo sobre las fuerzas del mal, y les ordenamos que suelten lo que ya no les pertenece: vidas, familias, ciudades, naciones.
- El poder no es nuestro, es de Él. Nosotros sólo intercedemos para que actúe en la vida de las personas: salvación, sanidad y liberación.
- Y para que el poder de Dios transforme nuestra sociedad: quitando la pobreza, violencia, corrupción… y traiga paz, trabajo y prosperidad.
- Si lo hizo en Almolonga. ¿Cuántos creen que Dios lo puede hacer también en Córdoba? ¿Y en Argentina?
Conclusión
Argentina y el mundo entero están bajo el juicio de Dios, porque el pecado y la idolatría han llegado al colmo.
El Espíritu Santo nos está convocando a la intercesión:
1) Restaurar el Altar de Dios
2) Pedir perdón por los pecados de nuestra tierra
3) Orar por lluvia (última Gran Cosecha)
Debemos interceder con fe y persistencia (cabeza entre las rodillas) hasta que el Señor cumpla Su Promesa. Iglesia, Dios quiere que juntos Transformemos la Sociedad en el Nombre de Jesús.
- Ora por tus compañeros de trabajo, de estudio, por tu barrio.
- Oremos por Córdoba, oremos por Argentina, y por el mundo entero.
- Derribemos con nuestra intercesión los altares a los dioses falsos, y levantemos altares de oración al Único Dios verdadero.
- Hasta que caiga del cielo el fuego del Avivamiento, y todos digan: ¡Jesucristo es el verdadero Dios! ¡¡¡Amén!!!
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