Introducción
Hay una necesidad en el ser humano de no estar sólo. De tener con quién compartir la vida, de sentirse contenido, acompañado, de pertenecer a un grupo, a un equipo, a una familia. Continuamente vemos en las redes sociales cómo se comparten experiencias vividas, las famosas selfies, las fotos de las vacaciones, de los cumpleaños, de logros personales, compartir qué estoy haciendo en este momento, etc.
Hace tiempo atrás el Pr Eduardo nos hablaba sobre que no existen entornos neutros, que el entorno que nos rodea o al cual pertenecemos nos afecta para bien o para mal:
“No se dejen engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” (NVI)
“Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”. (RV1995)
1 Cor 15:33
Preguntas:
1) ¿Te gusta juntarte con amigos?
2) ¿Tienes muchos amigos?
3) ¿La Biblia habla sobre la amistad?
DIME CON QUIÉN ANDAS
La frase popular dice “dime con quién andas y te diré quién eres” Además de divertirnos, comer, reírnos, charlamos con nuestros amigos. Esas charlas pueden ser provechosas o pueden corrompernos. Pertenezco o me relaciono con un grupo en el cual tenemos intereses comunes.
Hace muchos años mi mamá, como profesora de música enseñaba la canción de Roberto Carlos que decía “yo quiero tener un millón de amigos así más fuerte poder cantar…” Pero no se puede tener un millón de amigos…. Aun la gente más sociable, más amiguera tiene un grupo, un puñado de mejores amigos, amigos más cercanos, más íntimos.
Así fue también en el caso de Jesús.
¿Qué podemos aprender de Jesús, el mejor de los amigos?
1. Jesús tenía muchos seguidores, pero no todos eran sus amigos
– Cuenta los evangelios que la gente lo apretujaba para escucharlo. (Lc 5)
– Cuando la mujer con flujo de sangre se acercó a Él y preguntó quién me ha tocado: Pedro le dijo: “maestro la multitud aprieta y oprime…”
– Algunos incluso llegaron a criticarlo diciendo que Jesús era amigo de pecadores:
“El Hijo del Hombre, por su parte, festeja y bebe, y ustedes dicen: ¡Es un glotón y un borracho y es amigo de cobradores de impuestos y de otros pecadores!”. (Mt 11:19
– Lo acusaron de glotón y borracho, pero Jesús nunca se emborrachó. Él nunca pecó ni siquiera con la comida.
– Jesús se relacionó con todos, pero no todos fueron sus amigos.
2. Siempre que Jesús se relacionaba con alguien era con un propósito
– Cuando Jesús se acercó a la mujer samaritana, Nicodemo, Zaqueo y tantos más, lo hizo siempre con un propósito: reconciliarlos con Dios.
“Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos”. (Lc 19:10)
– Su misión: salvar a los perdidos
3. Jesús tenía su grupo de amigos
– Aunque Jesús estuvo rodeado de mucha gente, tenía su grupo de 12 discípulos.
– La relación que Jesús tenía con sus discípulos era mucho más cercana que con las multitudes.
– Pasó tiempo de calidad de con ellos. Invirtió más de 3 años de su vida. Les enseñó, incluso les explicó el significado de las parábolas que usaba cuando hablaba con la gente. Les enseño a orar, los capacitó, los entrenó, los encomendó, les dio propósito.
4. Jesús fue selectivo con sus amistades
¿Vos sos selectivo con las tuyas?
– Dentro de los 12, tenía a 3 que más cercanos: Pedro, Jacobo y Juan
– Ellos estuvieron presentes en el monte de la transfiguración
– Pedro estuvo en el patio del sumo sacerdote cuando se habían llevado a su maestro para ser interrogado
– Juan se recostaba sobre el pecho de Jesús. (Conocido como el discípulo amado)
“No se asocien íntimamente con los que son incrédulos. ¿Cómo puede la justicia asociarse con la maldad? ¿Cómo puede la luz vivir con las tinieblas?” (2 Cor 6:14)
– El Pr Diego bajo el título “Enseñanzas que transforman” nos habló sobre esto.
¿Cuáles son las señales que pueden alertarnos de las malas amistades?
1. Amistades que me alejan de Dios
“¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios”. (Stgo 4:4)
– Adúltero: es alguien que engaña a su esposa/o con otra/o
– He conocido gente con habilidad “camaleónica”.
– ¿Conocen al camaleón? Ese animal que tiene la habilidad de cambiar de color y adaptarse a su entorno para pasar disimulado.
– Conocí cristianos con una habilidad instantánea para “camuflarse” en un entorno.
– Cambiaban su lenguaje, incluso sus temas de conversaciones se volvían superficiales y hasta comenzaban a decir malas palabras o contaban chistes verdes…
“No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan”. (Ef 4:29)
“Pero ahora es el momento de eliminar el enojo, la furia, el comportamiento malicioso, la calumnia y el lenguaje sucio”. (Col 3:8)
“Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”. (Jer 15:19)
2. Amistades que ponen argumentos en mi mente en contra de Dios, de la Iglesia, de los líderes, de mi esposa…
“Los que no tienen a Dios destruyen a sus amigos con sus palabras, pero el conocimiento rescatará a los justos”. (Pr 11:9)
– Apodos, burlas
– Malos consejos: vos tenés que ser feliz, hacé lo que sentís, separate, etc
“Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice. Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón”. (Mt 12:34-35)
– El Pr José nos habló de esto hace unos domingos atrás:
- De lo que hay en el corazón habla la boca.
- Exteriorizamos lo que tenemos dentro nuestro cuando hablamos.
– ¿Querés conocer a alguien en pocos minutos? - Escuchalo hablar
3. Amistades que se ofenden con facilidad.
– Personas con las que me tengo que cuidar todo el tiempo porque se ofenden con facilidad. Son inseguras y controladoras.
– No es una relación saludable. Relaciones tóxicas.
4. Amistades que no son transparentes
– Mienten sobre su pasado o esconden cosas.
– Debemos tener cuidado de no entregar nuestra confianza a amistades que no son sinceras.
“Muchos se dicen ser amigos fieles, pero ¿quién podrá encontrar uno realmente digno de confianza?” (Pr 20:6)
5. Amistades pesimistas
– Nos desaniman. Tienen miedo de todo.
– En vez de alentarnos a avanzar en la vida, son un lastre que nos impide desarrollar el potencial que Dios nos ha dado.
“Para el abatido, cada día acarrea dificultades; para el de corazón feliz, la vida es un banquete continuo”. (Pr 15:15)
¿Cómo podemos ser buenos amigos?
1. Compartiéndoles de Cristo
Antes de avanzar en una amistad con una persona que no conoce a Jesús, dales testimonio de tu relación con el Señor. Y si ya son cristianos, que no dejen de congregarse.
2. Cuidando nuestras conversaciones
“Que sus conversaciones sean cordiales y agradables, a fin de que ustedes tengan la respuesta adecuada para cada persona”. (Col 4:6)
“Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor”. (Sal 19:14)
– Muchas veces los tiempos de charla con nuestros amigos se prestan para hablar mal de alguien que no está presente, o decir cosas de las cuáles después tendremos que arrepentirnos.
– Cuidemos lo que hablamos y en las conversaciones que participamos.
3. Compartiendo el servicio
– En los ministerios o áreas de servicio: Muchos cumpleaños los hemos festejado con los músico, con la gente de la célula
– Grupos de vida
4. Imitando al mejor amigo de todos
Jesús dijo:
“Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Jn 15:14)
– Dios llamó a Abraham “mi amigo” Is 41:8
– Nuestros amigos nos pueden fallar.
– Nosotros seguramente los vamos a desilusionar. Somos humanos, imperfecto.
– Pero tenemos un amigo que es perfecto, que nunca falla, y que ha prometido estar siempre con nosotros (en las buenas y en las malas) hasta el fin.
– Se llama Jesucristo. Y hoy quiere ser tu mejor amigo.
– ¿Le permitirías que entre en tu círculo de amistad?
– ¿Estás dispuesto/a a hacer todo lo que Él nos manda?
– Oración de entrega.
Conclusión:
El Título de este Mensaje es “Dime con quién andas”.
– Si el Señor Jesús te preguntara hoy: “Decime con quién andás”, ¿Estarías orgulloso/a en darle tu respuesta?
– ¿Qué señales Dios te está mostrando para que revises tus amistades?
– ¿Tus amistades actuales te acercan a Jesús o te están alejando de Él?
– ¿Estás siendo buen amigo/a de ellos?
