Nuestra IDENTIDAD no depende del lugar donde estamos, sino de quiénes somos.
- No somos iglesia porque estamos en un templo.
- Somos iglesia porque hemos creído en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Eso nos hace hijos de Dios y miembros de la FAMILIA del Señor.
En el inicio del 2020 experimentamos de una manera muy veloz y dinámica nuestra primera transformación en la manera de SER Iglesia.
- Pasamos de ser una Iglesia 100% presencial = 100% online, que disfrutaba de la bendición de SER FAMILIA de DIOS.
¿Y ahora qué?
Nos dimos cuenta de que nuestra MISIÓN de “Reconciliar a las personas con Dios, y guiarlas en una relación creciente con Jesús” no dependía del lugar (templo), sino de nuestra identidad (familia).
- La Misión no cambió, seguía siendo la misma. Pero la manera de llevarla a cabo sí necesitaba cambiar.
- Decidimos que esa crisis era una gran oportunidad para afianzar y consolidar las RELACIONES:
- La Familia (padres e hijos, hermanos, nietos y abuelos)
- El Grupo de Vida
- Para pastorear a todas las personas y familias de la Iglesia, y atender a sus necesidades:
- Necesitamos trabajar en equipo.
- Necesitamos trabajar en conjunto con los demás líderes.
- Porque si los líderes son los que hacen que las cosas sucedan = ante semejante desafío necesitábamos a todos los líderes comprometidos.
- Gracias por la excelente tarea que hicieron muchos de ustedes, acompañando a los hermanos de sus Grupos de Vida durante la pandemia.
- Todo ese esfuerzo nos permitió sobrellevar los momentos más difíciles, y seguir siendo familia (aunque no podíamos estar físicamente todos juntos).