Lección Grupo de Vida

INTRODUCCIÓN 

Muchas veces nuestra vida espiritual se puede asemejar a un auto en construcción que va pasando por diferentes estaciones para su armado. A veces el circuito se detiene, y la pieza necesita ser procesada ya que para llegar al producto final necesita ir pasando por transformaciones en diferentes estaciones. Por ejemplo, el material de lo cual está hecho el auto se lo pone bajo presión para darle forma, pasa por estrés por causa de la soldadura en donde las chapas se fundan, comienzan a tironear el material y así el auto se va endureciendo, para que al final, llegue a ser un auto apto para lo que fue hecho y diseñado.

De la misma forma ocurre con nuestra vida, vamos pasando por distintas estaciones, y en algunos momentos Dios nos coloca en una estación de nuestra vida en la cual vamos a ser procesados. Tal vez a través de alguna prueba o sufrimiento, utilizando el proceso como herramienta de trabajo en nuestro corazón con el propósito de que Cristo se forme en nosotros.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR 

1. Rompehielos: ¿Cuál es la estación que estas transitando en tu vida en este momento?  ¿Crees que Dios está trabajando en alguna área de tu vida? 

2. Alguna vez te hiciste la pregunta ¿Por qué a mí? Leer Eclesiastés 11:5 ¿Cómo te sentís luego de leer esta Palabra?

3. ¿Qué significa para vos el saber que muchas veces no vamos a entender cómo actúa Dios?

4. Leer Isaías 55: 8-9 ¿Cómo son los pensamientos de Dios en comparación a los nuestros? Al conocer esto ¿Cómo podrías comenzar a vivir? 

5. Lo mejor que podemos hacer es cambiar la pregunta ¿Por qué a mí?. ¿Qué parte de su carácter Cristo me quiere revelar en medio de mi proceso?

6. Testimonio Corto. Comenta un testimonio de alguna situación o proceso que estes viviendo.  

7. Leer Efesios 3:19-20. ¿Qué verdad y esperanza nos da esta porción de la Palabra? ¿Cómo podemos aplicarlo a la estación en la que estamos transitando?

AVANZANDO 

Viendo que los procesos en nuestra vida se van a presentar y que son inevitables, tenemos que tomar la decisión y responder a la pregunta: ¿QUE ES LO QUE VAMOS A HACER CON EL PROCESO QUE LLEGA A NUESTRAS VIDAS? Tenemos 2 opciones: transitarlo y completar el proceso o abandonar y escapar.

Abandonar va a implicar:  tener esa sensación de paz, que no es la paz del Señor, sino que es la tranquilidad de volver a la zona de confort. Ahí no hay crecimiento, y armamos un sistema de defensa que va a colocar una coraza alrededor de tu corazón.

Transitarlo va a implicar: desarrollar el carácter, perseverar cuando quieras soltar, dejar que Dios trabaje en nuestro interior, salir de la zona de confort, dar pasos de fe aun con temor o inseguridad, confiar y depender de Él. Ser vulnerable, ser humilde, enseñable, pedir ayuda y seguir el consejo, soltar las riendas de tener todo bajo control para dejar que Dios lo tenga.

CAMBIANDO TU MENTE 

Si estás transitando algún proceso en tu vida, su Palabra nos dice esto para darnos esperanza y fortaleza…

El Salmo 23:2-4 dice “en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia haciendo honor a su nombre. Aun si voy por valles tenebrosos, no temeré ningún mal porque tú estás a mi lado; tu vara y tu bastón me reconfortan.”  

Efesios 4:14-15 “¹⁴ Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y las artimañas de quienes emplean métodos engañosos. ¹⁵ Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.”

APLICACIÓN Y ORACIÓN 

“La iglesia no es un lugar a donde ir sino una familia a la que perteneces”. Cada una de las personas que hemos creído en Jesucristo y hemos aceptado por gracia su salvación, por medio de la sangre de Cristo, somos hermanos, no conocidos, sino hermanos los cuales tenemos para compartir el día a día sobre nuestra vida espiritual, nos tenemos para apoyarnos mutuamente.

Gálatas 6:2,9-10 “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas y así cumplirán la ley de Cristo… No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. ¹⁰ Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos y en especial a los de la familia de la fe”.

Tal vez en esta oportunidad necesites que otros te ayuden en el proceso que estás viviendo, pedí ayuda en esta semana. La forma es siendo vulnerables, pudiendo contar cuáles son tus fallas de carácter, tus problemas y que juntos a la luz de la Palabra puedan encontrar soluciones. Orar juntos.