Jesús envía a los setenta y dos
Después de esto, el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir. «Es abundante la cosecha—les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. ¡Vayan ustedes! Miren que los envío como corderos en medio de lobos.
Lucas 10:1–3 (NVI)
1) El Señor nos escogió
El Señor te vio, te amo, y te llamo para realizar la tarea que haces. Para estar donde estas. Fuimos creados en Cristo para buenas obras. Dios ya las dispuso muy de antemano.
El Señor dice que los obreros son pocos y vos sos la respuesta a esa oración.
Sos portador de la gloria de Dios y mientras lo servís lo estas representando.
2) De dos en dos
En el servicio al Señor nunca estamos solos. El principio de dos en dos lo podemos ver a lo largo de toda la Escritura.
La fe, la sabiduría y el ánimo de un acompañante en el servicio es invaluable.
Necesitamos apoyarnos en otros cuando el trabajo es difícil. Jesús en ese entonces no podía acompañar a cada uno de sus discípulos. Ahora Jesús está en nosotros y va con nosotros.
3) Vayan ustedes
Dios nos está enviando. Y hay diversas maneras de ir.
Tal vez quieras abrir tu casa para un grupo, o ir a la de otros. Por qué no un grupo en tu trabajo, o en alguna cafetería.
Seguramente ya es hora de multiplicarse ahí a donde vos estas, y Dios te está pidiendo que seas ese próximo líder.
O tal vez Dios te está pidiendo que acompañes más de cerca a tu líder para aprender más de él. Y ser su colaborador.
4) Los envío como corderos
Jesús nos envía como corderos en medio de lobos. Al lobo no le gusta que entres en su zona. Es territorial. Es agresivo.
Nosotros las ovejas vamos en el nombre de Cristo. Con el poder de Dios para destruir las obras del enemigo.
Cuando a los corderos los amenaza un peligro vuelven al Pastor, se refugian en el rebaño. Que hermosa es Su Iglesia. ¿La vez como un lugar donde doy y recibo contención y amor?
Cuando me siento amenazada o literalmente rechazada, muchos de ustedes me han dado esperanza. Aquí, entre los hermanos nos damos ánimo, un abrazo y escuchamos al Pastor de los pastores.
17 Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.” Jesús les respondió: “ 19 Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. 20 Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.”
Lucas 10:17, 19–20 (NVI)
5) Informe victorioso
Al parecer ninguno de los corderos había sido devorado por los lobos. Regresaron todos. Seguramente soportaron rechazos y pruebas, pero también disfrutaron de maravillosas bendiciones.
Que alegría da ver resultados. Que las personas se afirmen en la fe. Que los matrimonios se restauren. Que los hijos pródigos regresen.
El éxito, las buenas nuevas, compartilo. Que bendición que tu grupo crezca.
Pero, ¿Que podés hacer para ayudar a otros? Para que también su grupo crezca.
No hay nada que se disfrute más que ver el poder de Dios obrar. Celebremos las victorias.
Pero tampoco llevemos esto del éxito al extremo. Ni nos sintamos ofendidos por el rechazo. Nuestra mayor anhelo debe ser representar a Jesús adecuadamente.
Tenemos ejemplo en Jesús. Quien experimento el mayor de los rechazos y a su vez la mayor de las victorias. En ningún momento se jacto, ni se victimizo. Se humillo por amor.
Y para representar bien a Jesús debemos estar con Jesús.
“Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. 20 Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.”
Lucas 10:19–20 (NVI)
6) Discípulos de Jesús
Ante todo somos discípulos de Jesús. Él nos escogió para estar con él. Sabemos por los evangelios que primero Jesús convoco a sus discípulos para que estén con él, luego los envió.
Lo que Jesucristo hizo por nosotros supera lo que podríamos hacer por Él.
Estar con Jesús es la clave. Pertenecer y permanecer. Para así recibir la autoridad prometida. No hay atajos en esto.
“En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo… “
Lucas 10:21a
7) Jesús se regocija
En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo:
Jesús está feliz de ver la obra de Sus siervos. Jesús se deleita en vos. En el tiempo y dinero invertido. En tu esfuerzo. En tu amor por las almas. En tu pasión por Dios.
La emoción de ese momento llevo a Jesús a alabar al Padre. A dar gracias por sus discípulos.
Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.“
Lucas 10:21 b (NVI)
8) Jesús ora por nosotros
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Si, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
Conclusión
Los niños eran estos 72 que el envío. Jesús dijo que el reino de Dios le pertenece a los que son como niños.
Los niños somos nosotros, creyentes sencillos que recibimos revelación.
Esta revelación, la verdad revelada en su Palabra. Y la aceptamos como niños. Con fe y sin dudar.
Los niños, los sencillos son los que Dios escogió para avergonzar a los sabios.
Para que vayamos juntos en el poder de Dios, como corderos en medio de lobos.
Para llevar el mensaje. Su mensaje de salvación. Para que regresemos felices dando reporte de lo que Dios hace.
Termino con estas palabras de un poema que leí.
Dios envía a los sencillos, porque quiere llegar a los sencillos.
Dios envía a los sencillos, porque no cambian el mensaje.
Dios envía a los sencillos, porque los sabios de este mundo nunca irán como corderos en medio de lobos.
Dios envía a los sencillos, porque ellos harán el trabajo en Su nombre.
Dios envía a los sencillos, porque se alegrarán por el trabajo.
Dios envía a los sencillos, poque ellos alabaran a Jesús.
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