Leccion 4 de 4
En Progreso

4. La Multiplicación

“La multiplicación es el resultado de la salud de la célula”

Pr Mario Vega

En una conferencia para Pastores y Líderes, el Pr Mario Vega explicó que en la visión celular la multiplicación no es la meta. Más bien, el objetivo es hacer discípulos que hagan nuevos discípulos. A medida que esos discípulos son formados y desarrollados en un ambiente de cuidados y amor, la multiplicación se presenta como resultado.

Hemos declarado para este 2024, el año de la MULTIPLICACION, pero necesitamos entender que la multiplicación no es la meta. Más bien es el resultado de un enfoque en hacer discípulos que hagan discípulos. En otras palabras, se forma un discípulo sano y moldeado, en una célula que da vida. Debemos desear hacer tantos discípulos saludables como sea posible.

La misión es hacer discípulos que hagan discípulos, así como Jesús lo enseñó.

El Pr Diego nos habló hace un mes sobre la regla del 7; si tu celula son menos de 7, tu enfoque como líder será CRECER; si son más de 7 tu enfoque debe ser MULTIPLICAR.
Ahora, si en tu celula son 2 o 3, te invitamos a sumarte al Equipo de Consolidación. Constantemente están viniendo personas nuevas a nuestras reuniones, se necesitan lideres que atiendan a estas personas y de paso las guías a sumarse a tu celula.

El énfasis debe estar siempre en hacer discípulos que hagan discípulos y el resultado será la multiplicación— y no al revés.

A veces como pastores hemos caído en la trampa de empujar la multiplicación de los grupos celulares como un fin en sí misma, más que como el resultado de algo más grande—hacer discípulos que hagan discípulos. Los discípulos preparados son moldeados en nutridos grupos celulares que dan vida— así como los bebés saludables son formados en vientres sanos.

La formación de un bebé y el posterior nacimiento es un proceso milagroso.
A lo largo de los tres primeros meses, un bebé crece a un ritmo asombroso, pasando de un pequeño grupo de células a ser un feto. El bebé obtiene la nutrición de la madre, y al séptimo mes, el bebé llega a medir más de 20 cm. Los órganos internos del bebé están madurando y ahora tiene un rostro completamente formado. Algunos bebés incluso han sido fotografiados chupándose el dedo en el útero durante el segundo trimestre. El bebé sigue aumentando de peso rápidamente y para el final del séptimo mes tiene cejas y pestañas. El cerebro del bebé se desarrolla rápidamente durante el último trimestre

El ambiente nutricional del vientre de una madre afecta la salud del bebé, no sólo en el nacimiento y durante la infancia temprana, sino para el resto de su vida.
Al igual que un bebé en desarrollo necesita de las condiciones adecuadas dentro del útero para crecer fuera, los discípulos saludables crecen a medida que se desarrollan en las células sanas, para discipular a otros.

¿Cuáles son las señales claves que determinan que los discípulos han sido formados dentro de la célula y que están listos para dar a luz?

Jesús escogió a doce discípulos diversos y se tomó tres años para moldearlos juntos como una sola unidad. Les tomó ese tiempo para que aprendieran a mirar más allá de sus diferencias y a amarse los unos a los otros. Jesús les dijo que su impacto en el mundo dependía del amor que se mostraran los unos a los otros.

Antes de que ocurra la multiplicación en un nuevo grupo, los miembros de la célula deben experimentar primero lo que significa ser la familia de Dios. Si no hay comunidad en la célula madre, ¿qué tendrá para ofrecer a la célula hija? Esos nuevos discípulos en el vientre de la célula necesitan tener la oportunidad de depender de sus hermanos y hermanas en los momentos de dificultades y luchas. Los futuros discípulos necesitan tener la oportunidad de compartir consistentemente y con transparencia, pedir oración, ayudarse y orar unos por otros.

Recuerde que la meta no es simplemente que haya un nuevo grupo celular. Más bien, el objetivo es que haya discípulos saludables que se forjen en una comunidad dada por Dios.

Las iglesias en las casas del Nuevo Testamento eran flexibles y dinámicas. Todo el mundo participaba y Pablo podía decir a la iglesia de la casa en Éfeso, “. . . Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro”. (Efesios 4:16)

Pablo quería que los creyentes de la iglesia en la casa compartieran libremente, se animaran unos a otros, y que se regocijaran en la bondad de Dios. La reunión era un tiempo para ministrarse los unos a los otros y satisfacer las necesidades. El Espíritu Santo usaba a cada miembro como un instrumento de edificación. Los miembros disfrutaban de la presencia del otro, se reían juntos, y experimentaban una rica comunión.

Un grupo no está listo para multiplicarse a menos que los miembros del grupo se estén ministrando activamente los unos a los otros, estén aplicando la Palabra de Dios a la vida real, y estén usando activamente sus dones. Necesitan primero ser testigos de un grupo celular dinámico y orgánico, para poder reproducir lo mismo en la célula hija.

Si el grupo celular madre no ha practicado el evangelismo juntos, lo más probable es que la célula hija tampoco lo practique.
Si el líder de la célula madre sólo puebla la célula con las personas que ya están en la reunión más grande (celebración), la célula se reproducirá según su especie que crece sólo hacía dentro.

Los discípulos se forman a medida que se ejercitan en el desarrollo de las relaciones con no cristianos, sirviendo en la comunidad, orando por amigos no cristianos, aportando ideas para alcanzar a otros a través de la célula, e invitando a las personas a los grupos celulares. Si creemos que el objetivo de la célula es hacer discípulos que hagan discípulos, es importante que los discípulos potenciales hayan estado usando sus músculos evangelísticos para alcanzar y ganar a nuevas personas.

Si nadie en el grupo está siendo formado para dirigir el próximo grupo, la multiplicación no tendrá lugar. Es posible imaginar e incluso fijar las metas para la multiplicación celular, pero si un potencial nuevo hacedor de discípulos no se está moviendo a través del canal del parto, la multiplicación no tendrá lugar.

¿Cómo debe ser el discípulo que estamos formando para ser el futuro líder? Debe ser fiel, estar disponible, ser siervo de corazón, y enseñable. ¿Han demostrado estas características dentro de la célula? ¿Asisten sistemáticamente? ¿Llegan a tiempo? ¿Están dispuestos a orar, dirigir la adoración, dirigir el rompehielos, o facilitar la lección celular?

“Estamos convencidos que una célula no debe multiplicarse hasta que un equipo de discípulos (no un solo discípulo) esté preparado y listo para dirigir al nuevo grupo. Esto significa que los que empiezan una nueva célula han participado activamente en la célula madre y han pasado por el proceso de entrenamiento en la Escuela de Líderes.” (Joel Comiskey)

La Norma Bíblica

El modelo de liderazgo en el Nuevo Testamento siempre es plural. Los líderes trabajaban en equipo.

Este liderazgo de equipo es muy evidente en la Iglesia de Antioquía (Hechos 13) y los viajes misioneros del Nuevo Testamento, por dar un ejemplo.

Transmite mucha más tranquilidad y confianza decirles a los futuros hacedores de discípulos que ellos no van a dirigir el grupo de forma individual, sino que van a funcionar en equipo. Los hacedores de discípulos potenciales se sienten más seguros cuando saben que no tendrán que hacer todo ellos solos. Los nuevos grupos son también mucho más saludables cuando son dirigidos por un equipo de liderazgo. Pero, ¿cómo hacemos para que esto sea práctico?

Una Persona a Cargo

Incluso con el énfasis de la pluralidad, hay indicaciones en el Nuevo Testamento que una persona encargada dirigía a los equipos de la iglesia en la casa. Cuando no hay nadie a cargo, es común que nadie asuma la responsabilidad, lo que conduce a la falta de claridad y dirección.

Multiplicando Discípulos

Nuestra prioridad no es multiplicar las células. Más bien, la multiplicación celular es la consecuencia natural de hacer “discípulos que hagan discípulos”.
Como líderes debemos estar reproduciendo nuevos líderes. Si tus discípulos son líderes de células, y si están siendo efectivos en su discipulado, ¡ellos definitivamente estarán reproduciendo nuevos líderes de células!

Sólo serás un buen discipulador, si primero te conviertes en un buen discípulo. Modela el discipulado con tu propio ejemplo.

Multiplicación de la Célula

¿Cuándo está lista una célula para multiplicarse?
Cuando se ha formado un equipo de discípulos (núcleo) que pueda multiplicarse en un nuevo grupo, y se hayan completado las 5 señales antes mencionadas.

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