Día 1: ¿Cómo consigo amigos?

Devocional

Mucha gente se hace continuamente esta pregunta: ¿Cómo consigo amigos? Tal vez seas uno de ellos, que en verdad no tiene amigos, o al menos no los tienes en el nivel de intimidad que quisieras. Esto es algo que nos pasa a todos en algún momento de la vida. Así que juntos, con Biblia en mano, vamos a buscarte una respuesta.

Algunos estudiosos del tema dicen que, más o menos, cada siete años perdemos la mitad de nuestros amigos por distintos motivos, mudanzas, separaciones, alejamiento por demasiada ocupación, etc. Esto es una realidad, y con el pasar de los años, un día puedes descubrir que te sobran los dedos de una mano para contar a quienes puedes llamar ante una necesidad, o invitar a comer o a pasear.

Fuimos creados por Dios para vivir relacionados. Y una clave básica para una vida feliz es el éxito de las relaciones.

Primeramente, la relación con Dios, y a partir de allí la relación con las personas que nos rodean. Dice la Biblia: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer mandamiento y el más importante” (Mateo 22:37-38 NTV). Por esto, sin dudas, debemos comenzar por relacionarnos correctamente con Dios.

Para mantener una relación diaria, fluida y personal con el creador de la vida misma, debemos hacerlo por el camino que Dios mismo preparó para ello, o sea aw través de su hijo Jesucristo, con el cual podemos mantener una verdadera amistad. Dijo Jesús: “Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo” (Juan 15:15 NTV).

La Biblia dice también en Apocalipsis 3:12 que Jesús está a la puerta de nuestra vida llamando, si le dejamos entrar dice que cenará con nosotros. O sea que podemos iniciar una íntima relación de profunda amistad con él. Por lo tanto, abre esa puerta de tu corazón ahora mismo con una simple pero profunda oración de fe que dice: “Sí, Señor, quiero que entres en mi vida, que seamos amigos, y me unas nuevamente con Dios Padre”.

Relaciónate correctamente con Dios, y descubre una verdadera amistad, firme, inquebrantable, que no se enfría, que no se desgasta, que te dará la fortaleza de carácter y convicciones para plantarte en un lugar seguro, y desde allí buscar amistades sanas con la gente a tu alrededor. 

Leemos que el sabio Salomón escribió en el libro de los Proverbios que: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano” (Proverbios 18:24, DHH). De este pasaje quiero sacar hoy la segunda parte de la respuesta: ¿Quieres amigos? Pues tienes que mostrarte amigable, y para esto hay que tomar ciertas medidas que demuestren el deseo de tener amigos.

Toma lápiz y papel, o abre una hoja en tu teléfono o computadora, y anota qué clase de amistades quisieras tener. En base a esto anota en qué lugar la vas a buscar. Esto es importante ya que mucha gente sola busca amistades del tipo “A”, en el lugar “B”, y eso no funciona. Basándome en que ya tienes una relación fluida con Dios, te recomiendo que busques amistades que también la tengan, y que luego tengan otro tipo de afinidad contigo. Si buscas amistades cristianas búscalas en grupos cristianos.

Segundo, piensa maneras de mostrarte amigable con ellos. Una llamada telefónica para felicitarlo en su cumpleaños, o en una fecha importante, un comentario positivo en las redes sociales. O dile: “Tengo una lista de oración y quisiera incluirte para orar por alguna necesitad que puedas tener”, ¡y hazlo!

Por último, un consejo; no busques “amigos perfectos”. Aprende a tener paciencia y amar a tus amigos, aunque en algunos momentos sientas que ellos no se muestren “acreedores” de ese amor. Recuerda que Dios te amó primero, y tú nunca mereciste que lo haga.

Luis Palau

Lectura Bíblica

Jesús le respondió: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” Este es el primero y más importante mandamiento. San Mateo 22:37-38 RVC

Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes. San Juan 15:15 RVC

Al que salga vencedor lo convertiré en columna del templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el de su ciudad, es decir, de la nueva Jerusalén que desciende del cielo de mi Dios, y también mi nuevo nombre. Apocalipsis 3:12 RVC

Hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos. Proverbios 18:24 RVC