A menudo pensamos que la pobreza es solo sentir hambre, estar desnudo o carecer de un hogar. Sin embargo, la mayor pobreza es ser no deseado, no amado y descuidado. Este tipo de pobreza no se mide en términos materiales, sino en términos del corazón y el espíritu. Para combatirla, debemos comenzar en nuestros propios hogares, cultivando el amor y el cuidado en nuestras familias. Como dijo Madre Teresa: “Debemos empezar en nuestros propios hogares para remediar este tipo de pobreza.”
Isaías 58:6-7 nos recuerda:
»El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes?»
Recuerdo vívidamente la primera vez que visitamos un relleno sanitario para servir a los recicladores y a las personas en extrema pobreza. Fuimos como familia, llevando juguetes para los niños, comida para los hambrientos y ropa para los necesitados. Esa experiencia impactó profundamente nuestras vidas, marcándonos de manera irreversible. Como familia, nunca fuimos los mismos después de ese día. Ese momento nos transformó para siempre.
4 Beneficios que el Servicio Provee para la Familia
El servicio es una herramienta poderosa que puede guiarnos por el camino correcto y ayudarnos a crecer espiritualmente. Ayudar a aquellos que están en necesidad o que sufren es más que una simple acción; es un acto de amor que trae bendiciones a nuestra vida y a la de los demás.
1. El Servicio Como Arma Contra el Enemigo
“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.” (1 Pedro 5:8)
Hemos descubierto que el servicio es una estrategia efectiva en la batalla contra el pecado y el enemigo. Cuando estamos enfocados en servir a los demás, nuestras propias tentaciones disminuyen. No hay espacio para el pecado cuando nuestras manos y corazones están ocupados alimentando a los hambrientos o vistiendo a los desnudos. En esos momentos, vemos a Jesús en el rostro de los necesitados, tal como lo expresó Tony Campolo: Jesús se nos presenta disfrazado en cada persona necesitada.
“El Rey les responderá: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aún por el más pequeño, lo hicieron por mí.'” (Mateo 25:40)
Cada acto de servicio realizado en el nombre de Jesús es un golpe al reino del enemigo y un acto de adoración a Dios. Servir a los necesitados es servir al mismo Dios que se identifica con ellos.
SI QUIERES QUE TU FAMILIA EXPERIMENTE A DIOS Y SUS BENDICIONES TIENES QUE VER DONDE ÉL ESTÁ OBRANDO Y EMPEZAR A SERVIR AHÍ.
2. El Servicio Nos Une a Dios y a Su Obra en el Mundo
Jesús dejó claro su propósito en Lucas 4:18-19: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor».
Servir a los demás es alinearse con el propósito de Cristo en el mundo: anunciar buenas nuevas a los pobres y liberar a los cautivos. Cuando nos unimos a esta misión, experimentamos a Dios de una manera nueva y poderosa. Si queremos que nuestras familias vean la mano de Dios en sus vidas, debemos buscar dónde Él está obrando y unirnos a Él en esa obra. Y lo hermoso es que hay innumerables formas de hacerlo, porque Dios está presente en cada rincón del mundo, especialmente entre los pobres.
3. El Servicio Une a la Familia
A través de los años, hemos visto que nuestra familia se fortalece cuando servimos juntos. El servicio crea experiencias compartidas que unen corazones y mentes. Cada vez que salimos a servir, volvemos más unidos, con lazos más fuertes y un amor más profundo por Dios y por los demás.
4. El Servicio es un Paso Importante en el Discipulado
Los dos mandamientos más importantes, según Jesús, se encuentran en Mateo 22:37-40:
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.”
El servicio es una expresión tangible del amor a Dios y al prójimo. Es un paso crucial en el discipulado cristiano, enseñando a nuestros hijos a amar a Dios a través del servicio a los demás.
El Poder de la Oración y la Intercesión en el Servicio Familiar
HEMOS ENCONTRADO QUE EL SERVICIO NOS AYUDA MUCHO EN LA BATALLA CONTRA EL PECADO. SI QUIERO PECAR MENOS, SIRVO MÁS.
Además de las acciones concretas de servicio, la oración y la intercesión juegan un papel vital en este proceso. Al orar por aquellos a quienes servimos, pedimos a Dios que transforme sus vidas, que los sane y los libere de cualquier opresión. La intercesión es un acto de amor y fe, donde ponemos a estas personas en las manos de Dios, confiando en su poder para cambiar situaciones difíciles.
En nuestras experiencias familiares, hemos visto cómo la oración no solo fortalece nuestra relación con Dios, sino que también potencia nuestro servicio. Antes de salir a servir, oramos juntos como familia, pidiendo la guía y la protección de Dios, y después, intercedemos por aquellos que hemos conocido, confiando en que Dios continuará su obra en sus vidas.
Conclusión
Esperamos que este artículo sea de bendición para tu familia, especialmente en tiempos de desafíos y cambios. Nuestra sugerencia es que encuentres la razón, la forma y el ánimo para servir desde tu hogar. Identifica a las personas necesitadas en tu comunidad y busca maneras de servirlas como familia. Recuerda que el servicio, junto con la oración, tiene el poder de transformar corazones y de acercarte más a Dios y a tus seres queridos.
¿Cuáles serían algunas opciones de servir como familia desde tu casa?
Adaptado y tomado con licencia de la revista LIDER 625, edición 27, LA FAMILIA: Los líderes más importantes. Pág. 29-30.
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