Leccion 2, Tema 1
En Progreso

2.1 Notas del Mensaje

Progreso de Leccion
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Cuando nos reunimos, los domingos para nuestra reunión de celebración, tenemos comunión con muchos cristianos.

Una cosa que hemos oído es, que la gente que nos visita por primera vez, queda impactada por el recibimiento, los saludos de bienvenida, la amistad de la gente y el diálogo que se genera aún después de las reuniones. Todo esto ha sido intensional a través de los años.

Pero, además tenemos los GRUPOS PEQUEÑOS durante la semana que le llamamos: GRUPOS DE VIDA, que han formado parte desde el inicio de esta Congregación, y ha sido y son un lugar para desarrollarnos como COMUNIDAD.

Nuestro Señor Jesucristo usaba estas estructuras: Predicaba a las multitudes. Desgranaba y enseñaba en el Grupo de Vida a sus discípulos.

Los GRUPOS DE VIDA son pequeños grupos de personas entre 2 y 12 personas como máximo, generalmente en los hogares donde, semana a semana, llevamos la presencia de Dios a nuestras casas.

En el Antiguo Testamento hay un relato relacionado con la presencia de Dios.

Cuando el rey David venció a sus enemigos, tuvo en su corazón recuperar el Arca de La Alianza de Dios, que los filisteos habían robado.

El Arca era un mueble que se construyó, ordenado por Dios, estaba cubierto por dentro y por fuera con oro y adentro tenía tres elementos:

“El Arca estaba cubierto por dentro y por fuera de oro. Adentro había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón, que reverdeció, y las tablas del Pacto.” Hebreos 9:4

Ese Arca simbolizaba la presencia de Dios en medio de su pueblo.

El rey hace preparar un carro nuevo y los Levitas cargan el Arca en el carro tirado por una yunta de bueyes. En el camino de regreso David y todo Israel se alegraban delante de Dios con canticos, arpas, trompetas y tambores.

Pero, en un momento los bueyes tropezaron, y un hombre llamado Uza extendió la mano para sostener el Arca de Dios y esa poderosa presencia fulminó a Uza.

Había una razón de lo sucedido: El Arca solo podía ser tocado por las manos consagradas de los levitas que habían sido designados por Dios mismo. La presencia de Dios, no puede ser tocada ni manipulada por manos que no estén consagradas, limpias. Dios ya no actúa de esta manera en el tiempo de la gracia, pero lo hará, por eso es necesario, nuestra santidad e integridad en el servicio de Su Obra.

David tuvo pesar, tristeza y temor y no llevó el Arca a su ciudad, sino que lo dejó en la casa de un hombre llamado Obed-Edom.

“Y estuvo el Arca del Señor en casa de Obed-Edom por tres meses y bendijo el Señor a Obed-Edom y a toda su casa.” 2 Samuel 6:11
“Y el Arca de Dios estuvo con la familia de Obed-Edom, en su casa, tres meses y bendijo el Señor la casa de Obed-Edom, y todo lo que tenía.” 1 Crónicas 13:14

Nosotros no tenemos el Arca que simbolizaba la presencia de Dios. Pero cuando abrimos nuestros hogares para tener un GRUPO DE VIDA, llevamos la presencia de Jesucristo a nuestra casa. Y nuestros hogares y todo lo que somos y tenemos son bendecidos.

Mis padres siendo novios escucharon el mensaje del evangelio y le entregaron sus vidas a Jesucristo, mi mamá había emigrado desde el País de Bulgaria y cuando llegó a la Argentina lo único que pudo traer fue una pequeña valijita con unas pocas ropitas. Mi papá era muy pobre, solo hizo hasta cuarto grado del colegio primario. Cuando se casaron en 1940 alquilaron una pieza, con un bañito afuera, en un terreno y vendían carbón que les traía un carro a granel y ellos embolsaban y les vendían a sus vecinos, también vendían un poquito de agua destilada a algunas farmacias que le solicitaban para las fórmulas magistrales, los remedios producidos en las farmacias.

Yo nací en 1953 y Dios ya los había prosperado, habían comprado un terreno de 460 metros y estaban en expansión de su propia casa, cuando yo tenía 11 años ellos tenían un GRUPO DE VIDA en su casa. Yo tocaba la trompeta y ellos cantaban los himnos, con los Hermanos del grupo. Entre las décadas de los 50/70 Dios nos bendijo en todo, como la familia de Obed-Edom.

Cuando llega Cristo con Su presencia las familias son bendecidas. Y mis padres no son la excepción, yo he visto familias pobres, enfermas, peleadas, en conflictos, vicios, pecados y dolores, siendo transformados por el poder de Jesucristo. Aquí en nuestra COMUNIDAD. Hay prosperidad integral en el evangelio de Jesucristo.

Cuando nos casamos con Inés 1974 alquilamos un pequeño departamento, compré la cama las mesitas de luz un juego de sillones y un TV, mi hermano me regaló una heladera usada, mi socio 4 sillas y una mesa usada, la cocina era del departamento. A los tres años ya teníamos nuestras dos primeras hijas Jessica y Carolina y mi pastor me preguntó si pudiéramos abrir un GRUPO DE VIDA en el departamento alquilado y empezamos los miércoles llevando la presencia de Jesucristo a nuestro hogar.

Luego en nuestra propia casa comenzamos un GRUPO DE VIDA que lo hemos mantenido abierto por los últimos 34 años y Sus bendiciones como la familia de Obed-Edom las bendiciones no han parado. Hasta nuestros días.

Hoy quiero animarte a que formes parte de nuestra COMUNIDAD asistiendo a un GRUPO DE VIDA, pero algo más, quiero desafiarte y animándote a que pienses en la posibilidad de llevar a tu casa la presencia de Jesucristo abriendo un GRUPO DE VIDA.

Abrá que estudiar, en la Escuela de Lideres, capacitarte, conocer la Biblia, orar, pintar y limpiar la casa, atender las vidas que el Señor te enviará, no hablar de política, no murmurar, nuestro tema es Jesucristo y Su mensaje de salvación, pero este trabajo y servicio tiene dividendos eternos, ganancias perpetuas.

¡Yo no puedo! ¡Soy joven, soy viejo! Dios trabaja en el ser como en el hacer.

No solo pensemos en COMUNIDAD HACIA ARRIBA, dejemos nuestro individualismo y egoísmo. Pensemos en COMUNIDAD HACIA ADENTRO y también en COMUNIDAD HACIA AFUERA.

El Señor hoy nos dice hoy:

“Fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa, para que alegren mi corazón, para que ninguno se pierda.”

Oh, Señor, bendecí esta palabra, esta enseñanza, bendecí a Tu pueblo, bendecí a esta COMUNIDAD en el nombre de Jesús.

CONCLUSIÓN:

  • Las mejores probabilidades están a favor de los que tienen a Cristo en su corazón.
  • Quizás las probabilidades te sean contrarias, pero el Dios altísimo estará de tu lado, y Él es un Dios sobrenatural. Él divide los Mares rojos. Él convierte el agua en vino. Él abre los ojos a los ciegos. Tus circunstancias pueden parecer imposibles de ser resueltas, pero el Dios que puede hacer lo imposible estará obrando detrás del telón de tu vida arreglando cosas a tu favor, cambiando las situaciones y circunstancias negativas.
  • Cuando Dios está de tu lado, eso significa que las probabilidades te serán favorables.
  • No es el momento de rendirse, sino el momento de reactivar la fe. Digamos durante todo el día: ¡Señor, gracias porque Tú eres mayor que esta enfermedad, mayor que esta adicción, mayor que mi necesidad, más poderosos que mis enemigos! Si, nos mantenemos declarando la Palabra de Dios y viviendo en obediencia, el milagro sucederá. 

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